Las nuevas víctimas de la segunda ola
Si bien siempre hubo personas jóvenes que necesitaron internación, lo que observan los médicos en este momento no se parece a lo que sucedió en la primera ola. En la última semana, sobre todo, ingresaron a sanatorios y hospitales adultos con COVID-19 de 45 años promedio, en el sector público, y de 55 años, en el sector privado, según datos que registra la cartera de Salud provincial.
El año pasado la edad media más afectada estaba entre los 60 y 65 años. Los datos fueron corroborados por los médicos que asisten a diario a pacientes con cuadros moderados y severos.
Leer también: Llegan al país más dosis de vacunas contra el coronavirus
Los especialistas admitieron que es lo que esperaban, aunque no dejaron de sentir preocupación por tener que internar en salas generales, pero también en terapia intensiva, a personas de 30, 40 o 50 años e incluso menos. Este fin de semana, por ejemplo, permanecían internados 3 jóvenes: dos de 17 años y uno de 19, con diagnóstico de neumonía bilateral por coronavirus. Uno de ellos sin enfermedades previas registradas. También hay una mujer joven embarazada que está en terapia y que requirió ser intubada.
Otro dato que alarma a los profesionales de la región es la mala evolución que presentan en pocas horas algunos pacientes. Lo que pueda pasar en las próximas dos semanas, en cuanto a la ocupación de camas, mantiene a los médicos en alerta.
Entre las similitudes del 2020 y lo que va del 2021 en relación a las hospitalizaciones aparecen las comorbilidades de quienes tienen peor pronóstico: obesidad, diabetes e hipertensión no controladas, problemas cardíacos o pulmonares crónicos se anotan entre la dolencias previas de quienes necesitan un respirador o pasan muchos días internados. También personas con inmunodeficiencias producto de tratamientos o patologías.
Bajó el promedio
"Ha bajado de 10 a 15 años el promedio de edad de los internados en esta segunda ola en relación a la primera", reveló la médica Carolina Subirá, infectóloga de la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados de Rosario y miembro del consejo técnico operativo de COVID-19 del Ministerio de Salud de Santa Fe.
La profesional, dijo que "si se toman los últimos tres meses de internados en cuidados críticos vemos cómo viene descendiendo la edad: en febrero era de 65 años promedio, en marzo de 63 y en los primeros días de abril 58 años".
El panorama está cambiando: "Hay cuadros que evolucionan mal en forma rápida. Gente que de 6 a 48 horas desmejora y requiere un paso de su domicilio a internación general y de internación general a cuidados críticos y asistencia mecánica respiratoria".
La entrada Las nuevas víctimas de la segunda ola se publicó primero en Sin Mordaza.