Para Bruera, hay que recordar “el sufrimiento de San Martín en pos de sus ideales”
José de San Martín fue uno de los principales gestores de la independencia en América del Sur del siglo XIX, por lo que es considerado el prócer más importante de la Argentina. Su vida fue objeto constante de investigación, debates y controversias, las que más de 150 años después siguen enriqueciendo y acrecentando la figura del Libertador. La mirada del general Hugo Domingo Bruera (R) sobre este “gran conductor” que hoy conmemora nuestro país.
Cuando uno mira el sable piensa en lo que le costó a San Martín pelear por una Patria Grande
“San Martín fue un gran conductor en todas las áreas. Los generales tenemos un símbolo muy importante que nos da la Nación que es el Sable de San Martín que pasó de ser un arma a un símbolo de conducción de nuestra Patria”, indicó Bruera en comunicación con el periodista Raúl Bigote Acosta por CADENA OH! Rosario.
“Cuando uno mira ese sable piensa en lo que le costó a San Martín pelear por una Patria Grande. Un hombre que vino al Virreinato del Río de la Plata, no con una misión separatista de España, sino que venía a continuar con una revolución contra el absolutismo. A partir de 1814, cuanto ya estaba repuesto el absolutismo en el trono de España, no hubo más remedio que declarar la independencia. Esa fue la acción de Belgrano y de todos los patriotas”, comentó el general.
San Martín se dedicó a la causa de la independencia nacional con gran sacrificio. “Cuando conmemoramos su fallecimiento, tenemos que recordar todo lo que ha sufrido en pos de sus ideales. Su papá murió cuando estaba en el Regimiento de Murcia, su madre cuando él estaba ya en América. También resistió un montón de enfermedades y cuando estuvo en el Perú se privó del cariño de su hija Merceditas, que fue criada por los abuelos. Y se enteró que Remedios moría lentamente, y estaba separado de sus afectos por el mar y la cordillera”, indicó Bruera.
San Martín era un hombre que sabía que había que convencer y usar la fuerza como un recurso posterior
Soledad
“Mi carrera militar me dio que mi primer destino fue en un regimiento que cuidaba el templete en Yapeyú, Corrientes. Como soy especialista en montaña estuve mucho tiempo en Mendoza, por lo cual contemplé su obra de gobierno y su preparación y transité la cordillera que él cruzó”, comentó Bruera. Además indicó que se retiró en Lima, Perú, “donde contemplé la soledad que él vivió. En la época de San Martín, la aristocracia peruana se comenzó a dividir y quisieron que rápidamente comenzaran a sacar a la aristocracia española para comenzar a tomar los puestos”.
San Martín era un hombre que sabía que había que convencer y usar la fuerza como un recurso posterior. Entonces, sufría la ingratitud del pueblo. “Tuvo que abandonar el estima de los granaderos. Cuando se fue de Perú, los únicos amigos que tenía eran Monteagudo y Rosa Campuzano”, recordó Bruera.
San Martín no pasó en general una vida con privaciones económicas y pudo pasear luego con su hija y con sus nietas, mientras que en Argentina no se lo reconocía totalmente, “él caminaba por la calle con su nieta y la gente lo saludaba porque conocía de sus azañas”.
Orígenes de San Martín
Llegó a Yapeyú con sus padres y lo crió una indígena y “allí surgió esa teoría que podría ser mestizo y que es una hipótesis apoyada por varios historiadores. Desconozco y la historia relata sobre sus padres españoles”, señaló el general.
Para Bruera, “no hay una continuidad histórica que una a los militares de todas las épocas. Por eso, en nuestra historia militar tengo que reconocer que hubo gente que a pesar de haber recibido el sable no respetó los principios sanmartinianos, respecto a los derechos del pueblo y al uso de armas contra el pueblo, era muy claro en esto. La memoria sirve para sacar enseñanzas”, enfatizó.
El Jefe del Estado Mayor Conjunto actualmente, General Juan Martín Paleo, y que es el militar más antiguo se recibió en democracia. “O sea que los sables de los militares está firmado por Alfonsín, por lo que significa que de ahí para abajo, son fuerzas educadas en democracia”.
Cuando conmemoramos su fallecimiento, tenemos que recordar todo lo que ha sufrido en pos de sus ideales
Tiene que haber una unión, que cuesta porque hay malos recuerdos y tenemos alguna generación que siguen siendo unos “dinosaurios” y reivindican algunas cosas que ya se han olvidado en las Fuerzas.
El trabajo de las FFAA
Sin embargo la pandemia puso en evidencia que las Fuerzas están trabajando muy bien con la ciudadanía. “Primero que se ha aceptado, como debe ser, la conducción política de la Fuerza. La defensa nacional es una política más y la debe conducir la política, asesorada por el Estado Mayor Conjunto. Lo que veo es que la relación del ministro Agustín Rossi, con los militares argentinos es muy buena, hay que tener confianza en eso, para que las cosas sigan bien y las Fuerzas Armadas realmente sean de utilidad para el pueblo”, manifestó Bruera.
Falencias
Para el general retirado, hay una falencia en conocer lo que es la defensa nacional. “Durante tantos años se ha atribuido a una cuestión militar. Y a la vuelta de la democracia pasó a ser materia de unos pocos en Buenos Aires, y hay que naturalizar ese estudio para que comprendamos que toda la defensa nacional, que no son solamente las Fuerzas Armadas, tiene un finalidad muy importante”, añadió.
Hay una necesidad de una Patria Grande, de una patria sudamericana que hemos perdido hace poco. “De los 19 puertos que tenemos, 14 están extranjerizados y es algo que tenemos que rever”.
Valores
“Las Fuerzas Armadas se han propuesto trabajar para la sociedad, lo demuestran en su preparación continua. El cambio es grandísimo, tenemos soldados voluntarios, se ha incorporado la mujer, se han dado estudios universitarios y terciarios a oficiales y suboficiales con misiones de paz y empleos afuera del país. A la Fuerzas Armadas les falta un poco más de presupuesto para modernizarse y estar a la altura de otros ejércitos sudamericanos para integrar el bloque de la Patria Grande, como quería San Martín”, concluyó Bruera.
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