Colón fue una sombra y terminó vapuleado en Jujuy
Este domingo, Colón fue una sombra y terminó vapuleado por 4-0 ante Gimnasia de Jujuy. A estas alturas el Reducido por el ascenso es una utopía.
Primer tiempo: un equipo sin reacción ni solidez
Colón arrancó con un 4-4-2 clásico, con Luis Miguel Rodríguez bajando a buscar juego, aunque el rival lo presionaba rápidamente y le impedía pensar. En los primeros minutos, el Sabalero intentó tomar la iniciativa, pero el encuentro fue parejo, con ambos equipos más preocupados por no equivocarse que por atacar. El técnico Martín Minella se mostraba sereno, aunque su equipo no lograba generar peligro.
En defensa, Colón parecía sólido en los primeros pasajes. Buscó romper líneas con pelotazos largos, aunque se topó con una zaga bien plantada. Sin embargo, en su primer error pagó caro: una distracción en el fondo permitió a Menéndez empujar la pelota para el 1-0 de Gimnasia de Mendoza. El golpe descolocó al equipo, que volvió a mostrar su peor cara: desorden, falta de rebeldía y poca participación de sus referentes. En pocos minutos, Fernández marcó el segundo gol y luego repitió para el 3-0. Una ráfaga que desnudó todas las falencias del equipo y dejó a Colón al borde del nocaut antes del descanso.
Segundo tiempo: cambios, impotencia y un cierre humillante
Para la segunda mitad, Minella intentó sacudir al equipo con tres variantes —Soto, Castro y Castet— en busca de una reacción que nunca llegó. El equipo se adelantó y generó algo de peligro, pero quedaba muy expuesto en defensa. Colón no encontraba claridad en los metros finales y el partido, cada vez más abierto, parecía más cerca del cuarto del Lobo que del descuento rojinegro.
La impotencia era total. La falta de ideas se combinaba con el fastidio del cuerpo técnico y los jugadores por algunas decisiones arbitrales, como un penal no cobrado a Gigliotti. Milton Álvarez evitó una diferencia aún mayor con algunas buenas atajadas, pero el mal momento del equipo se reflejaba en cada avance rival. El gol anulado a Castro tras una jugada de Puma Gigliotti fue la última ilusión desperdiciada.
Ya en el cierre, Maxi Casa selló el 4-0 definitivo y profundizó la crisis futbolística de Colón, que no levanta cabeza y se hunde en un rendimiento preocupante. La imagen final fue la de un equipo sin rumbo, con serias dudas en todas sus líneas y un técnico que no encuentra respuestas.
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