Imputaron al docente Ariel Cabrera, único detenido por el crimen de Ivana
El profesor de educación física Ariel Cabrera fue imputado este miércoles en el Centro de Justicia Penal como uno de los acusados del crimen de Ivana Garcilazo, quien murió tras recibir un piedrazo a fines de septiembre al regresar de ver el clásico rosarino entre Central y Newell's. Quedará preso "en un lugar seguro, fuera de la ciudad", confirmó el fiscal Gastón Ávila.
En el interior del Centro de Justicia Penal, y mientras afuera esperaban familiares -los más directos pudieron entrar al recinto-, amigos y allegados de Ivana, el juez valoró las evidencias presentadas por la acusación, consideró que existe el riesgo procesal y le dio la derecha al fiscal Gastón Ávila, que postuló la calificación de homicidio agravado por la ley de espectáculos deportivos.
El magistrado que interviene en la causa también confirmó que Ariel Cabrera, por ahora el único detenido por el homicidio de la joven pos clásico, quedará preso "por el plazo de ley", o sea al menos hasta el comienzo del juicio. El docente que trabajaba en el club Social Lux v a quedar alojado en un "lugar seguro, fuera de la ciudad, a pedido de la defensa", indicó el fiscal.
Hubo un intenso debate en torno de la calificación jurídica. La defensa afirmó que se trató de un "delito preterintencional", mientras que la querella, a cargo del abogado Marcos Cella, aseguró que se trató de un crimen "bestial", "de odio" y "premeditado".
Para el fiscal Gastón Ávila, los tres hinchas de Newell's que arrojaron piedras a Ivana Garcilazo sabían que era "altamente probable" que podían matarla. "No hace falta ser físico para percibir que si una persona viene andando en moto y le cae una lluvia de adoquines es probable que la piedra la mate o el impacto en caso de caída", sentenció.
Afuera, una pequeña multitud de amigos, allegados y cadetes clamó justicia por Ivana y le dijo "asesino" al imputado.
La postura de la defensa fue resaltar la voluntad del acusado de ponerse a disposición de la Justicia y no sólo expresar su arrepentimiento –no negarían su participación en el hecho– sino plantear, posiblemente, un escenario de “mala suerte” o “hecho fortuito” en relación al desenlace que tuvo el ataque a piedrazos en Ovidio Lagos y Montevideo.
La duda es si Cabrera hará uso de la palabra para declarar o si sólo habrá una presentación de su abogado. En cualquier caso, se especula con que su testimonio podría complicar la situación de su amigo Damián Reinfestuel, el otro acusado indentificado y aún prófugo.
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