La Provincia analizaría restringir las reuniones familiares y afectivas
La aceleración de contagios de COVID-19 durante los últimos días en la provincia de Santa Fe, habría obligado a las autoridades a repensar la continuidad de ciertas habilitaciones. Entre ellas, no se descartaría dar marcha atrás en las celebraciones de encuentros familiares y afectivos.
Según sostuvieron distintos especialistas e infectólogos, el alza de casos en el último tiempo se habría dado por personas que ingresaron a Santa Fe desde provincias vecinas, las cuales, a su vez, habrían terminado por propagar el virus en su seno familiar.
De hecho, unos días atrás, desde la Casa Gris se insistió que diferentes actividades, hasta ahora permitidas, se encontraban en revisión, entre ellas las salidas sociales.
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La flexibilidad de la cuarentena y un cierto grado de relajamiento social, derivó en que muchos locales, a esta parte, no respetasen firmemente los protocolos sanitarios establecidos. Durante el último fin de semana, en Rosario, debieron cerrarse al menos unos nueve comercios gastronómicos por no haber cumplido con las obligaciones de seguridad.
Incluso, en los grandes conglomerados fueron desbaratadas fiestas clandestinas, totalmente prohibidas y en contravención de una ley nacional, refrendada por el Ejecutivo provincial.
Luego de importantes avances en la apertura de actividades, en las últimas dos semanas acontecieron brotes focalizados en pequeñas localidades, que obligaron al retroceso de sus fases. La posibilidad que un evento similar se repita en la totalidad de Santa Fe, sería uno de los factores para instrumentar un esquema preventivo con la modificación de algunas concesiones hasta ahora permitidas.
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