Labayru: “encontramos un festival de horas extras”
La Secretaria de Control informó 80 sumarios, 39 casos de investigaciones disciplinarias y 18 por no ir a trabajar.
La Secretaría de Control informó 80 sumarios, 39 casos de investigaciones disciplinarias y 18 por no ir a trabajar.
La secretaria de Control y Convivencia, Carolina Labayru, presentó en el Concejo Municipal un pormenorizado detalle de lo que la actual gestión encontró al hacerse cargo del área en 2019.
En el escrito se sostiene que se puso en marcha un reordenamiento para optimizar los recursos y se activaron unos 80 sumarios internos, muchos de los cuales habían quedado congelados en el tiempo.
Entre ellos, hay 39 casos de investigaciones disciplinarias y 18 por incumplimiento o abandono del servicio. Además, se señaló un festival de horas extra, carga de combustible con la tarjeta oficial en autos particulares y hasta una agente que trabajaba al mismo tiempo en el municipio y la provincia.
Así, se destaca que durante la actual administración muchos de esos sumarios avanzaron a la fase de investigación administrativa y otros están en condiciones de aplicarse medidas disciplinarias. Es más, se remarca que en la gestión del intendente Pablo Javkin ya se produjeron cuatro cesantías en una misma secretaría y siguen su curso varios expedientes por presuntas inconductas. Entre las personas desvinculadas del municipio trascendió que existía una superposición de la empleada por otro cargo que detentaba en la provincia.
l escrito llegó en las últimas horas a manos de los concejales en respuesta a un requerimiento hecho a comienzos de año. Cabe recordar que la actual administración disolvió la Guardia Urbana Municipal (GUM) y en su reemplazo creó la Dirección de Control de Proximidad.
El documento que revela serios desmanejos en lo que fue la GUM llegó al Concejo “ante la necesidad de contar con información a lo planteado en la reunión del 23 de mayo del corriente, donde la secretaria de Control y Convivencia informó acerca de reestructuraciones llevadas a cabo en su área, motivadas por inconsistencias administrativas, según dichos de la propia funcionaria”.
En efecto, en esa reunión habían trascendido varias anomalías: horas extras mal otorgadas, carga de combustible con dineros públicos en coches particulares e irregularidades con el manejo del sistema de acarreo con grúas.
La reunión produjo un fuerte revuelo y una reacción tanto del personal como del sindicato de trabajadores municipales. Es más, en su momento la fachada de la Dirección de Tránsito apareció con una foto de Labayru y la consigna: “persona no grata”.
La propia funcionaria indicó en su momento lo que reiteró ahora. Se limitó a decir que sus decisiones fueron para optimizar y distribuir mejor los recursos y derivaron en una reducción de gastos.
El proceso de reconversión, en términos operativos, se inició con el cambio de conducción en la ex GUM en diciembre de 2019. En esa repartición el 40 por ciento del personal operativo se encontraba cumpliendo jornada laboral en el sistema feriante. “Esta distribución dificultaba la operatividad en los servicios ordinarios de lunes a viernes, como así también, durante los fines de semana, ya que se observaba una alta demanda de franquicias por parte del personal feriante. Por otro lado, la política sobre cómo se asignaban las horas extras profundizaba la problemática. La asignación de las mismas no tenía en cuenta el servicio, sino que se realizaba de manera tal de que todos los agentes percibieran la misma cantidad de extras, sin tener en cuenta el grado de ausentismo, ni las necesidades propias de la repartición”, explica el informe.
l escrito llegó en las últimas horas a manos de los concejales en respuesta a un requerimiento hecho a comienzos de año. Cabe recordar que la actual administración disolvió la Guardia Urbana Municipal (GUM) y en su reemplazo creó la Dirección de Control de Proximidad.
El documento que revela serios desmanejos en lo que fue la GUM llegó al Concejo “ante la necesidad de contar con información a lo planteado en la reunión del 23 de mayo del corriente, donde la secretaria de Control y Convivencia informó acerca de reestructuraciones llevadas a cabo en su área, motivadas por inconsistencias administrativas, según dichos de la propia funcionaria”.
En efecto, en esa reunión habían trascendido varias anomalías: horas extras mal otorgadas, carga de combustible con dineros públicos en coches particulares e irregularidades con el manejo del sistema de acarreo con grúas.
La reunión produjo un fuerte revuelo y una reacción tanto del personal como del sindicato de trabajadores municipales. Es más, en su momento la fachada de la Dirección de Tránsito apareció con una foto de Labayru y la consigna: “persona no grata”.
La propia funcionaria indicó en su momento lo que reiteró ahora. Se limitó a decir que sus decisiones fueron para optimizar y distribuir mejor los recursos y derivaron en una reducción de gastos.
El proceso de reconversión, en términos operativos, se inició con el cambio de conducción en la ex GUM en diciembre de 2019. En esa repartición el 40 por ciento del personal operativo se encontraba cumpliendo jornada laboral en el sistema feriante. “Esta distribución dificultaba la operatividad en los servicios ordinarios de lunes a viernes, como así también, durante los fines de semana, ya que se observaba una alta demanda de franquicias por parte del personal feriante. Por otro lado, la política sobre cómo se asignaban las horas extras profundizaba la problemática. La asignación de las mismas no tenía en cuenta el servicio, sino que se realizaba de manera tal de que todos los agentes percibieran la misma cantidad de extras, sin tener en cuenta el grado de ausentismo, ni las necesidades propias de la repartición”, explica el informe.