La mirada de Carlos Delicia sobre “Bigote” Acosta
El adios a un amigo y colega, a un ícono y referente. Escuche el audio en esta nota.
El adios a un amigo y colega, a un ícono y referente. Escuche el audio en esta nota.
La muerte de Raúl “Bigote” Acosta fue un golpe para quienes lo rodeaban y para el periodismo de Rosario y la provincia. Una persona que ha dedicado su vida y su esfuerzo al trabajo, a su oficio, al cual amaba y ejercía con pasión.
Su enfermedad era desconocida para muchos. Sólo la familia y algunos cercanos estaban enterados de que padecía cáncer. Cuando le hicieron los últimos estudios para saber si había metástasis, la gran sorpresa es que ya lo tenía en los pulmones y la cabeza. No tenía futuro, decían los médicos, pero él se las ingenió para irse como debía.
La última vez que hablamos, hace una semana, me dijo que su ventaja es que era viejo y que el cáncer no iba a avanzar tan rápido. Pero era una enfermedad muy agresiva.
En sus últimos programas, se notaba su respiración agitada, su cansancio y que le faltaba el aire. Sin embargo, nunca dejó de pensar en el trabajo. Hasta el último día estuvo trabajando.
El sábado su equipo realizó su último programa de La vereda de Enfrente, programa que estuvo más de 40 años en el aire. Fue muy emotivo, por la despedida y por lo que significó. Bigote hacía dos semanas que no participaba pero a su 81 años seguía amando la vida y así lo manifestaba.
Empezó ya el día sábado con dolor en el pulmón. Comenzaron a sedarlo y tranquilizarlo. Todo se terminó la madrugada del domingo.
A él le pedías sobre un tema u opinión y siempre daba su mirada. Se notaba la pertenencia de sus posiciones, peronista desde siempre. En 15 minutos te hacía una nota, la escribía y nadie tenía nada para corregirle.
Trabajó en muchos medios importantes. Escribió para muchos portales. Le gustaba escribir y hacer radio, la televisión llegó después. Descubría en el habitante común una historia para contar.
Tenía sus locuras y rayes como todo periodista y persona. Bigote era peronista nacional, tenía algunas reservas con algunos personajes, pero tenía frases que provocaban, generaba audiencia.
Fue un ícono en la vuelta de la democracia. También fue un gran publicista. Todavía se ven publicidades que él realizó.
Ayer en el velatorio había muchísima gente. Llamaron personas de todos lados. Fue muy rápido todo, nadie sabía lo que estaba pasando. Él sabía que tenía que hacer tratamiento, pero tenía mucha esperanza.
La última charla que tuve con él hace una semana, que ya hablaba suave, me dijo que no lo abandone, que quería seguir trabajando. Amaba a Cadena OH! y pensaba en comenzar un nuevo programa de radio. Ese era su espíritu.
Este es un intento de hacer un homenaje a su vida, porque compartimos mucho tiempo y hemos vivido muchas cosas. En años difíciles, la pérdida de amigos y colegas nos hacen reflexionar.