El Concejo aprobó cambios urbanísticos en Fisherton
Por su parte, la concejal Fernanda Gigliani se pronunció en contra y argumentó que la norma "es defectuosa".
Por su parte, la concejal Fernanda Gigliani se pronunció en contra y argumentó que la norma “es defectuosa”.
Los cambios consisten en la reducción de las alturas en áreas de tejido (interior de los barrios). Además, se establecen corredores en avenidas Eva Perón y Jorge Newbery, se establece el Factor de Impermeabilización del Suelo (FIS) y se legisla sobre centro de manzana.
En cuanto al FOS (Factor de Ocupación del Suelo), se fija en 0,33 y se determina la Unidad Funcional Habitable, cada 250 metros cuadrados cuando haya servicio de red cloacal y en caso contrario, cada 500 metros cuadrados. Por otra parte se determinan los deslindes parcelarios y se establecen procedimientos para la preservación del arbolado.
Fernanda Gigliani, concelaja de Iniciativa Popular, parte del bloque del Frente de Todos, fue una de las que votó en contra de la normativa.
Gigliani expresó: “Una normativa de este tipo apunta a ver como uno cuida las calidades ambientales y también la identidad de los barrios. La norma actual es dañina para estos barrios, por eso se manifestaron los vecinos, porque atenta contra las características del barrio”.
“Hubo un gran error que es no hablar con los vecinos. Hicieron la presentación adrede sin hablar con los vecinos. Las que especulan son las constructoras, que tienen sus expectativas sobre las normas que más los benefician”, indicó.
Y sumó: “Desde el Frente de Todos no acompañarnos la normativa por algunos puntos. Había intención de proteger el arbolado, y no alcanza con hacer un relevamiento para ver que arboles deben conservarse”.
Por otro lado, hizo hincapié en el tiempo que hubo para discutir la normativa. “El expediente estaba hace un año. El error fue el tiempo que se tomaron para darle dinámica a esto. Tuvimos un año para debatir y enriquecer la normativa. Una norma que da lugar a tres interpretaciones diferentes es defectuosa”, sostuvo Gigliani.
“Es una zona donde la infraestructura no llegó ni hay un horizonte cercano para que llegue. En verano se quedan sin luz y agua. Casi ninguno tiene cloacas”, concluyó.