Granadero Baigorria: cosechan la primera producción de Frutillas
“Empezamos con un módulo donde plantamos 1500 plantas madres” explico Horacio Fernandez, productor de la zona.
Es un módulo de producción intensiva bajo cubierta que busca aprovechar la potencialidad para el desarrollo de esta modalidad de producción de frutas y hortalizas. Evalúan también el cultivo de lechuga y tomate y aseguran que es extrapolable a toda la región.
A pocas cuadras del Río Paraná, en la localidad de Granadero Baigorria, se encuentra el primer invernadero que cosecha la primera producción de frutillas hidropónicas en la región.
La producción de frutillas se da en diversos puntos del país, las provincias principales productoras de esta fruta son: Santa Fe, Tucumán, Buenos Aires, Corrientes y Jujuy. Las primeras tres representan alrededor del 70% de la producción total a nivel nacional.
Si hablamos de frutillas en la provincia de Santa Fe, la localidad de Coronda constituye uno de los principales centros proveedores del país con una producción de alrededor de 7 millones de kilos por año, el 45% de la producción nacional.
Ahora, el Cordón Industrial y el Gran Rosario también podrán tener su producción de frutillas a partir de la primera cosecha en la localidad de Granadero Baigorria, que se lleva adelante a través del sistema hidropónico.
Horacio Fernandez, titular de Agroquímica Rosario, quien encabeza el proyecto contó que “siempre pensamos que es una zona climática fantástica para producir alimentos y nos preguntamos porqué no comenzar a producir, así que fui a ver a algunos colegas que están trabajando en Coronda, vi algunos modelos de producción y empezamos con un módulo de 8 metros por 35 de largo donde pudimos plantar 1500 plantas madres de frutillas adaptadas a la zona en un sistema semi hidropónico”.
La hidroponía es una técnica de cultivo en la que no se utiliza suelo, y los nutrientes que necesita la planta para crecer son provistos a través del agua. “Se hace en sacos con una base preparada para el soporte de raíces y funciona perfecto”, contó Horacio.
“Estamos convencidos que esto se puede armar en la zona, que se puede formar un sistema de cooperativismo importante en donde se generen mano de obra capacitación, posibilidades de replicarlo y fundamentalmente, evitar el flete, por qué comprar un alimento a 200 kilómetros cuando lo podes generar cerca de tu lugar de consumo”, argumentó.
Luego destacó que la zona es apta para la producción de esta fruta: “la zona tiene un potencial bárbaro, hay insectos benéficos, polinizadores que estan en la zona que ayudan muchísimo, que se retroalimenta, que genera pequeños ecosistemas y se puede generar un cultivo de calidad para lo que es la actividad”
También contó que evalúan el cultivo de tres variedades de tomate, y dos variedades de lechuga y que la cosecha es extrapolable en la zona.