Central no alcanzó el máximo objetivo pero dejó varias cosas para rescatar en el semestre
Si uno pone el énfasis el resultado final con un Rosario Central que quedó afuera en los cuartos en el Gigante de Arroyito puede tener una mirada negativa sobre el semestre del conjunto de Ariel Holan. No obstante, en el examen global el equipo dejó grandes sensaciones que deben repetirse para lo que viene.
Repaso del torneo
De entrada, el Canalla empezó con el pie derecho en el campeonato con buenos resultados y una nueva victoria en el Clásico frente a Newell's por 2-1 en el Coloso. En esas primeras jornadas, los rosarinos mostraron ratos del buen fútbol que pregona el técnico.
El primer traspié fue en la octava fecha contra Boca Juniors en La Bombonera, cuando el Profesor quiso variar el esquema y no le salió bien la jugada porque perdió 1-0 con un mal desempeño. Sin embargo, el equipo no se cayó anímicamente y comenzó a ganar confianza de a poco nuevamente, consiguiendo triunfos como local y un buen empate frente a River Plate por 2-2 en el Monumental.
Esa igualdad contra el Millonario lo dejó bien parado, porque demostró actitud para reponerse frente a uno de los grandes del fútbol argentino. A partir de ahí, retomó la senda del triunfo y tuvo un cierre a toda orquesta con varias victorias consecutivas en el final, incluyendo el partido contra San Lorenzo como visitante con el gol de Enzo Copetti y el triunfo por 1-0 contra Independiente en la última jornada para quedar no sólo como único líder de su zona sino también como el mejor de la general con 35 puntos.
Gracias a esta gran campaña y al hecho de terminar en lo más arriba, le permitía definir todas las series en el Gigante hasta la final. Esto dejaba un gran augurio por la enorme fortaleza que representa el estadio para el Canalla, donde había ganado todos los partidos que había jugado frente a su gente, siendo el único en lograrlo entre los 30 equipos de Primera.
En el arranque de la fase eliminatoria sostuvo lo demostrado hasta ese momento y eliminó a un hueso duro de roer como Estudiantes de La Plata. La pelota parada fue el arma con la que destrabó el encuentro, algo que se hizo habitual en este equipo.
No obstante, la ilusión se acabó en la noche de este domingo contra el Globo. El Canalla no tuvo el rendimiento ni la efectividad de otros partidos, se mostró nervioso en algunos momentos, cometió errores que antes no los tuvo y terminó quedando afuera de un torneo que lo ponía como el máximo candidato.
Varias cosas por rescatar
Más allá del resultado final, el equipo del Profe dejó buenas sensaciones a lo largo de todo el campeonato. A continuación, hacemos un repaso de las virtudes:
- El doble cinco: una de aspectos más destacados de este Canalla fue la dupla que conformó el Profe entre Federico Navarro y Franco Ibarra. El primero entregó dinámica, personalidad y buen juego, mientras que el segundo brindó un enorme aporte en la recuperación.
- La solidez defensiva: la última línea es la zona que entrega mayor confianza a los auriazules. De hecho, no recibió goles en 11 de los 18 encuentros disputados en el Apertura y sólo tuvo 9 en contra.
- La regularidad: está claro que para culminar en la cima de la tabla necesitas mantener un rendimiento aceptable en todos los partidos. Sin dudas, el Canalla lo logró y por eso perdió un sólo partido.
- La fortaleza de la localía: No cabe ningún cuestionamiento de que el Gigante fue el arma más importante para Central, siendo el único equipo del fútbol argentino en obtener el ciento por ciento de los puntos jugando en su estadio hasta la derrota con el Globo.
- El crecimiento como visitante: una de las mayores falencias que tuvo el equipo el año pasado era cuando salía de Rosario, pero Holan cambió esa perspectiva.
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