Detuvieron a un hombre por robar transformadores a la EPE valuados en miles de dólares
Un hombre de 34 años fue detenido como principal investigado de una red que en los últimos cinco meses robó cuatro transformadores de la EPE valuados entre 20 mil y 50 mil dólares para reducirlos y extraer el cobre. Se trata de Joel Andrés Espíndola quien se hacía pasar por un empleado de la empresa de energía para contratar servicios de grúa y trasladar los aparatos que pesan más de dos toneladas. La investigación, a cargo de un grupo de fiscales dedicados a esclarecer hechos vinculados a la sustracción, circuito y destino de metales no ferrosos, siguió durante un tiempo al sospechoso hasta que la Policía de Investigaciones (PDI) lo atrapó el jueves en el marco del cuarto robo, cuando estaba ingresando un transformador a un depósito de Pérez con habilitación vencida.
Anteayer el fiscal César Pierantoni imputó a Espíndola cuatro hechos (uno quedó en tentativa) de “robo calificado en concurso ideal con entorpecimiento” de la provisión de electricidad. El juez Hernán Postma le dictó prisión preventiva por dos años. También se imputó de intento de robo a dos cómplices atrapados en Pérez: Juan Ramón S., de 45 años y titular del predio donde supuestamente se iba a reducir a cobre el transformador, y Cristian R., de 36, que colaboró con el traslado en la grúa. Ambos quedaron en preventiva por 90 días. En tanto, la investigación sigue intentado identificar a otros cómplices.
El primero de los hechos atribuidos a Espíndola fue el 30 de noviembre pasado. Siete días antes se había comunicado —desde un celular a su nombre pero invocando ser otra persona— con el chofer de una grúa a quien le dijo que era un empleado de la EPE. Espíndola alegó que como las hidrogrúas de la empresa estaban rotas le habían ordenado a él contratar un servicio particular para trasladar un transformador Fohama a un galpón de Ovidio Lagos al 7100.
El aparato valuado en 20 mil dólares había sido cedido a la EPE por una constructora que lo había comprado en el marco de una obra para el Servicio Público de la Vivienda en Villa Banana. Estaba instalado en Virasoro y Río de Janeiro, hasta donde el día acordado, sobre las 7 de la mañana, llegó Espíndola a bordo de una camioneta VW Saveiro con otras tres personas. El falso empleado llevaba una escalera, fajas de izaje de carga y papelerío con membretes de la EPE que exhibió junto con un supuesto permiso de retiro del equipo.
“Actuando en error”, describió el fiscal la acción del chofer que sustrajo el transformador a pedido del falso empleado de la EPE y lo bajó al camión. Espíndola se subió como acompañante al vehículo grúa y cambió el lugar al que había acordado llevarlo: en vez de un depósito en Ovidio Lagos al 7100 irían a otro predio en barrio Acindar. Pero en el trayecto, mientras circulaban por Avellaneda al 4800, Espíndola hizo detener de golpe al chofer cuando un grupo de personas cortó el tránsito y le indicaron que ingresara el camión a una chatarrería que tenía una faja de clausura.
Para Pierantoni, el robo del transformador tenía como objetivo reducirlo para aprovechar el cobre. Pero además el fiscal subrayó que la sustracción de ese objeto originó otros daños a una parte de la población ya que se entorpeció la prestación del servicio.
Casi tres meses pasaron hasta que se registrara un atraco similar que también se le atribuye a Espíndola. Fue el 20 de febrero cuando robó un transformador Leninteg que una contratista de la EPE había instalado en Sarmiento al 3000. Para retirar el aparato de dos toneladas instalado a unos tres metros de altura el acusado volvió a hacerse pasar por un trabajador de la empresa de energía y apeló a un apodo para comunicarse, otra vez desde un celular a su nombre, con un empleado de una empresa de montaje que hace traslados con hidrogrúas. Los investigadores remarcaron que no era la primera vez que Espíndola se comunicaba con esta empresa en la que figuraba “agendado como un contacto recurrente”.
En este caso arribó al lugar del hecho en su Renault Clio con una escalera sobre el techo y también acompañado de un supuesto colaborador que también se presentaba como empleado de la EPE.
En este caso el ardid para el chofer de la grúa fue decirle que debían retirar el transformador porque estaba quemado y exhibió, en tal sentido, una orden de retiro con membrete de la EPE. Otra vez el fiscal apuntó que el chofer “actuó en error” para bajar el aparato al camión. En este caso el destino fue directamente el depósito de Avellaneda al 4800 donde otro grupo de personas, aún no identificadas, esperaba la valiosa carga.
También en este caso Pierantoni especificó que el robo de ese aparato en particular “entorpeció” el suministro de electricidad a los hospitales Italiano y Español, a vecinos y a empresas radicadas en el barrio.
A otras ciudades
Un mes después la maniobra se trasladó a Funes. El tercer robo fue el 27 de marzo en la esquina de Tomás de la Torre y Los Gladiolos de esa ciudad. En este caso Espíndola llegó con otra persona aún no identificada con el objetivo de robar un transformador Inelpa valuado en 52 mil dólares y montado a unos tres metros de altura.
También fue necesaria una grúa y Espíndola volvió a llamar a una empresa desde su celular pero fingiendo ser otra persona para contratar el servicio. El chofer pasó entonces por Mendoza y Wilde a buscar a un cómplice de Espíndola hasta hoy no identificado pero al que describieron como “vestido con ropa tipo grafa marrón con lineas refractarias”. El chofer y este hombre fueron hasta el predio de Funes a retirar el transformador para llevarlo a un galpón de barrio Acindar.
Cuando estaban en camino el falso empleado de la EPE llamó al chofer para hacerlo llegar al galpón de Avellaneda al 4800, donde estaban esperando la llegada del aparato. Hicieron ingresar el camión, cerraron la puerta del galpón y le dijeron al chofer de la grúa que dejara el transformador en un volquete.
En la audiencia imputativa Pierantoni recordó que este robo entorpeció la normal provisión de electricidad en zonas de Rosario y Funes, por lo que el aparato debió ser reemplazado.
Final
El último robo atribuido a Espíndola significó su caída. Fue el jueves 2 de mayo, cuando orquestó el robo de un transformador Faraday de más de dos toneladas que estaba en Cepeda al 400, en la zona del Parque del Mercado de Rosario. En este caso volvió a llamar al chofer que había usado en el primer robo . El plan esta vez era llevar el aparato a un depósito de la EPE en Pérez.
El jueves a las 7 llegó el chofer de la grúa y Cristian R., quien vestía una campera de la EPE, hasta el lugar donde estaba el transformador. Exhibieron una orden con membrete de la EPE para retirar el aparato. Luego Espíndola le mandó un whatsapp al conductor para avisarle que debía llevarlo a Alighieri y Echevarría de Pérez.
Al arribar lo esperaban Espíndola y Juan Ramón S., titular del depósito que tenía una habilitación vencida como “depósito de materiales no ferrosos”. En el lugar se hallaron lingotes de aluminio y dos morteros de fundición.
Para los fiscales la idea de este robo era recibir el transformador, reducirlo y extraer el cobre, pero ese plan fue abortado cuando aparecieron los efectivos de la PDI que a esta altura, ya estaban al tanto de los movimientos del falso empleado.
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