Se realizó una inédita intervención en el hospital Cullen
La provincia, a través del Ministerio de Salud, informó que se realizó con éxito una compleja y novedosa intervención en el hospital Cullen de la ciudad de Santa Fe, que le salvó la vida a una mujer de 78 años, evitando que le quedaran secuelas, luego de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico agudo.
La práctica tuvo lugar en el servicio de Vasculares Cerebrales Agudos del mencionado hospital, que se creó hace dos años, y constituye el segundo de sus características existente en todo el sistema público de salud del país.
Tiempo antes, la provincia de Tucumán creó un servicio similar, con un área de alta complejidad, dotada de la última tecnología y con los recursos humanos capacitados, de iguales características del que funciona en el Cullen.
El jefe del servicio de Vasculares Cerebrales Agudos, el neurocirujano y especialista en neurología intervencionista Alejandro Musacchio, explicó la importancia del mismo, y su impacto en el abordaje de una de las problemáticas de salud más preocupantes, los accidentes cerebrovasculares (ACV).
“Los ACV son la segunda causa de muerte, en promedio, en el mundo, y la primera de invalidez”, dijo y precisó: “no obstante, hay que diferenciar los ACV hemorrágicos de los ACV isquémicos (ACVi). Si bien ambos, de no ser son diagnosticados y tratados a tiempo, pueden ser mortales, el isquémico fundamentalmente es el que más secuelas deja en las personas que lo padecieron. Los ACVi son 80 por ciento más secuelantes, y requieren de atención inmediata”.
Las secuelas pueden ir desde severos problemas para hablar, para movilizarse, para comprender, y para tener una vida autónoma. Y, a diferencia del ACV hemorrágico, el ACVi es más difícil de diagnosticar en la consulta de atención primaria o en una guardia general.
Es por ello que Musacchio insiste en la necesidad de concientizar y capacitar a los equipos de salud; e informar a la ciudadanía sobre los signos y síntomas con los que se presenta. Algo que viene realizándose, y que que propone ampliar en toda la provincia, a través de la red de Telemedicina, entre otras formas.
TROMBECTOMÍA
Según explicaron desde el servicio a cargo de Alejandro Musacchio, y coordinado por Luciano Langhi y Federico Eberbach, “la paciente fue tratada con éxito mediante trombectomía mecánica, una técnica avanzada que se utiliza para el tratamiento agudo de los pacientes con accidentes cerebrovasculares isquémicos”.
“El ACVi es una emergencia médica que se produce cuando una arteria cerebral se bloquea por la presencia de un coágulo; causando daño cerebral irreversible y, en algunos casos, la muerte. Es crucial que los pacientes sean tratados de manera rápida y efectiva para minimizar los riesgos y mejorar su recuperación”, agregó Musacchio.
Y explicó que la trombectomía mecánica es una intervención que, mediante el cateterismo de los vasos cerebrales (se ingresa con pequeños catéteres a través de las arterias), se extraen en forma directa los coágulos que obstruyen el flujo sanguíneo cerebral.
“La paciente, de 78 años de edad, ingresó en nuestro centro con síntomas de un ACVi en fase aguda. Tras ser evaluada y diagnosticada en conjunto por nuestros especialistas (Guardia Externa, Neurología, Imágenes, Terapia Intensiva y Neurointervencionismo), se decidió realizar una trombectomía mecánica. La intervención fue un éxito y la paciente se encuentra en fase de recuperación”, destacó Musacchio.
UN ACV “CON POCA PRENSA”
Profundizando, el director del servicio de Vasculares Cerebrales Agudos consideró importante destacar “que la trombectomía mecánica es un procedimiento avanzado e innovador, una alternativa efectiva y necesaria para el tratamiento del accidente cerebrovascular isquémico”.
“¿Por qué?”, expresó Musacchio y respondió: “Es crucial que la población conozca la existencia de este tratamiento y la importancia de la consulta médica precoz, ya que en muchos casos puede ser la diferencia entre la vida y la muerte; así como la recuperación completa o parcial”.
“Sucede que los ACV, y particularmente los ACV isquémicos –agregó el especialista–, no son tan conocidos por sus síntomas y por su gravedad por la mayoría de las personas, no tienen ‘tanta prensa’, digamos”.
“Por ejemplo, en eso los cardiólogos han hecho un gran trabajo de concientización: difícilmente una persona que experimente un dolor fuerte y súbito en el pecho no piense, o no se preocupe, pensando que podría tratarse de algo cardiológico; y si persiste llama a emergencias o va a una guardia. Pero ante los signos y síntomas de los ACV no ocurre lo mismo, y muchas veces se llega tarde”, comparó Musacchio.
SÍNTOMAS Y LA IMPORTANCIA DE LA CONSULTA URGENTE
Finalmente, Alejandro Musacchio aclaró que hay una diferencia importante entre los ACV hemorrágicos de los isquémicos, que eso muchas veces dificulta que los pacientes consulten, y que los médicos identifiquen el cuadro; sin advertir que se trata de un evento grave que requiere “no perder un minuto”.
El ACV hemorrágico se caracteriza por presentarse con mucho dolor de cabeza. Es un dolor de cabeza severo, repentino, sin causa conocida, mientras que en el ACV isquémico ese dolor no es lo más distintivo.
El ACVi se manifiesta o puede manifestar con problemas en la visión, expresión, para hablar, comprender; la persona puede no ubicarse en tiempo y espacio, está confundida. Con entumecimiento o debilidad, especialmente en un lado del cuerpo; con mareos, con problemas para ver con uno o ambos ojos, con pérdida del equilibrio o la coordinación de los movimientos.
“En cualquier caso, no hay que esperar a que llegue una ambulancia: hay que llevar a la persona lo antes posible, en el medio que sea posible, a una guardia de un servicio de urgencias, como el del hospital Cullen, por ejemplo”, enfatizó Musacchio.
“De este modo, vamos a evitar que lo que empezó como una isquemia se transforme en una hemorragia, en donde peligraría más la vida y las secuelas podrían ser muy graves”, concluyó el jefe del servicio de Vasculares Cerebrales Agudos del Cullen, Alejandro Musacchio.
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