Reclaman más seguridad en los hospitales de Rosario
Gremios que nuclean a profesionales advierten que "no pueden cumplir sus tareas por la inseguridad".
Gremios que nuclean a profesionales advierten que “no pueden cumplir sus tareas por la inseguridad”.
Desde el sindicato que nuclea a los médicos alertan que “el problema siempre se soluciona con medidas coyunturales de poco aliento, pero no de fondo y con continuidad en el tiempo”, lo cual expone constantemente a todos los trabajadores de la salud pública.
Tres gremios que nuclean a trabajadores médicos y equipos de salud pública de Rosario plantearon su preocupación por una problemática creciente que se expuso otra vez en el Hospital Roque Sáenz Peña este fin de semana donde, tras un parto que se complicó, un hombre que era pareja de la mujer tuvo un ataque de ira cuando le pidieron que abandonara el quirófano del efector de zona sur.
La situación también fue denunciada por el Sindicato de Trabajadores Municipales, ya que el agresor insultó, golpeó al personal médico y rompió a puñetazos y puntapiés la puerta de acceso al quirófano y parte del mobiliario de la dependencia. Pablo Moyano, secretario gremial de la entidad, aseguró que los hechos de violencia e inseguridad en los efectores públicos son moneda corriente y reclamó que municipio y provincia restablezcan los servicios de policía adicional.
Desde la delegación local de Amra, el sindicato médico de Argentina, hicieron una lectura transversal. “La violencia es una constante desde hace muchos años y nunca se toman medidas serias, de fondo y que tengan continuidad en el tiempo. No se observa una real inversión en los hospitales”, advirtió el médico Pablo Crispo, secretario de la organización gremial.
El profesional recordó que cuando ocurren hechos como los del sábado, “se reponen custodios o personal de seguridad, pero al tiempo se van. El problema es que el hospital o la escuela son la única presencia del Estado para mucha gente, que se desahoga en la guardia cuando ya no encuentra respuesta en ningún otro lado”.Para
Crispo, la violencia de la calle no impacta al mismo nivel en los hospitales o centros de salud. “Está tranquilo, pero podría ser peor. Esto es una problemática que ya tiene 10 o 12 años. Lo que observamos es que tiene que haber más presencia del Estado en la práctica, no solo en el discurso