Timbúes: Empresario textil expuso fórmula para generar empleo
Se trata de Teddy Karagozian, quien explicó cómo salir de la crisis socioeconómica que atraviesa el país creando trabajo.
Teddy Karagozian, el empresario textil más importante del país, visitó este miércoles la localidad de Timbúes.
En la sede local del Centro de Comerciantes desarrolló una exposición para salir de la crisis socioeconómica que atraviesa la Argentina, generando trabajo genuino a través de las pequeñas y medianas empresas, motor fundamental del desarrollo nacional.
El presidente comunal Antonio Fiorenza, el jefe de gabinete Walter Burgos y comerciantes de la localidad estuvieron presentes en la exposición de Karagozian.
«La mochila argentina es el seguro que garantiza al empleado la indemnización. Ya sea que se vaya por su propia cuenta o lo despidan. O se presente en concurso o quiebre la empresa. De un derecho que es constitucional pero solamente en caso que se despidan, estoy proponiendo que sea un derecho para todos los empleados.
Es un activo que tendría cada empleado», explicó el titular de TN & Platex, la textil más grande de la Argentina con más de 40 años en el mercado y presencia en seis provincias.
A cambio desaparecerían los conflictos entre empleados y empleadores. Y en ese contexto se produciría más trabajo en el sector privado.
Eso obligará menos al Estado de tener que ser empleador de último recurso. Cuando eso suceda, el gasto público podrá bajar y también disminuirá la emisión de moneda. Bajarán los impuestos y los productos saldrán más baratos. Habrá más ofertas y menos impuestos sobre los productos. Es el modo de salir de la pobreza», afirmó Karagozian.
En su exposición, el empresario textil hizo hincapié en el pasivo laboral como ítem fundamental del circuito descripto. «Todos los empleadores saben que se acumula un pasivo laboral. De cada año de trabajo de un empleado, es un mes que le debe el empleador al empleado si lo despide. Esto que pareciera algo no tan importante, en realidad hace que las empresas no valgan nada. Con el tiempo, cuando pasan 5, 10 o 15 años, ninguna empresa vale nada. En un país en el que las empresas no valen nada, el propio país tampoco lo vale. Lo que tenemos que hacer es que las empresas valgan algo para que los empresarios no quieran sacar el dinero de las empresas y no suceda lo de siempre: que estos vaivenes que son cada vez más amplios por la fragilidad del sistema y las empresas quiebran; entonces todos los derechos de los trabajadores desaparecen», entendió.