Rosario

Crisis del transporte: faltan mil taxis en las calles de Rosario

La flota es de 4.000 coches, pero trabajan 3.000. Hay licencias caucionadas y caducadas, unidades que se rompen y traspasos demorados

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En las calles de Rosario circulan 1.000 taxis menos de los que deberían, un 25 por ciento menos de los 4.000 que componen la flota. El dato fue revelado por la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis y Remises (Catiltar), que hoy concurrirá al Concejo para discutir un aumento de tarifa, y explica por qué es tan difícil conseguir un coche en algunos momentos del día, sobre todo de noche, y en algunas zonas de la ciudad, en especial los barrios.

Los tacheros argumentan que la merma, que forma parte de la grave problemática del transporte rosarino, tiene que ver con la baja rentabilidad del negocio a raíz del desfasaje entre los costos y el valor de la bajada de bandera y la ficha, lo que está degradando el sistema. Así, muchos autos que se rompen no salen más y también es común que tengan un solo chofer, porque no pueden pagar el sueldo de un peón, y no cumplan así las 16 horas en calle que debe respetar una parte de la flota por ordenanza.

Pero también hay otros factores: de los 1.000 que no están circulando, 200 se deben a que las chapas fueron caucionadas y otras 200 caducaron. En tanto, se transfieren entre 25 y 30 licencias mensuales, que están demoradas porque el trámite lleva un tiempo administrativo hasta que lo firma la Secretaría de Movilidad y el coche puede salir a trabajar.

“Estamos trabajando con un cronograma desde septiembre, pero estos son los autos y choferes que tenemos. Esto pasa porque tenemos tarifas políticas y no técnicas”, aseguró Marcelo Díaz, referente de Catiltar, quien le facturó a la Intendencia la demora de casi tres meses que tuvo el impacto del último aumento, pedido en septiembre y autorizado recién en diciembre: “Eso quedó licuado”, dijo. Y advirtió: “Si no achicamos esa brecha no vamos a solucionar el tema del transporte y la crisis se va a profundizar. Se van a romper más autos y no vamos a poder cumplir con la ordenanza de estar trabajando 16 horas en la calle”.

El taxista inscribió el problema en el marco general de la movilidad de la ciudad, de un sistema que no puede hacer frente a la vuelta a la normalidad de la circulación de personas tras una pandemia que desacomodó todo: “Pasa lo mismo con los colectivos, hace unos años había 800 en las calles y con el crecimiento demográfico enorme ahora hay 600. Nada más que el TUP tiene subsidios y nosotros no”, chicaneó.

Piden aumento

Este lunes las organizaciones de conductores irán al Concejo para discutir una suba de la tarifa. Los taxistas solicitaron una suba del 40 por ciento en abril y 30 por ciento en septiembre. Por primera vez, la comisión recibió formalmente un estudio de costos propio, con hincapié en la mantención del vehículo, repuestos, mano de obra y fundamentalmente el combustible. Sin embargo, no se condice con el del Ente de la Movilidad, donde el desfasaje es mucho menor: mientras el primero dice 124 por ciento; el del Ente marca 56 por ciento en la bajada de bandera y 74 por ciento en la caída de ficha a enero.

Antes de la reunión hubo declaraciones políticas de la presidenta de la comisión de Servicios Públicos, Verónica Irizar, quien aceptó que se está dialogando con las entidades respecto de una suba, pero que los titulares “están lejos de cumplir con la obligación de poner en la calle su unidad por 16 horas”. En el mismo sentido, pero más tajante, se había manifestado antes la presidenta del Concejo María Eugenia Schmuck: “Primero que salgan a la calle y cumplan con sus responsabilidades”. En este intercambio, y en el cotejo entre ambos estudios de costos, estará la clave de las discusiones.

Mientras tanto, los taxistas siguen manteniendo reuniones con la nueva secretaria de Movilidad, Nerina Mangamelli, para acomodar los autos que hay a la grilla horaria y la demanda de usuarios: “Estamos viendo cómo modificar el cronograma, porque había demasiados autos los viernes y sábados a la noche, y quedaba un vacío durante el día. Ahora trabajamos mitad y mitad de la flota, y quizás puedan dividirlo en tercios o cuartos para no dejar desprotegido el horario diurno”, manifestaron desde Catiltar, desde donde destacan la predisposición de la funcionaria.

Nuevas chapas

Un posible parche a la problemática de la falta de taxis son las 500 nuevas chapas que licita el municipio. Si bien en un primer momento hubo 1.500 interesados, luego muy pocos pudieron avanzar, por lo que la Municipalidad prorrogó el cierre de la inscripción en un par de oportunidades, previsto ahora para el 8 de abril.

Según informaron desde el sector, esto se debe a que una unidad nueva cuesta 2,5 millones de pesos, y las licencias cotizan en 600 mil pesos. Por eso, el Ejecutivo evalúa flexibilizar algunas de las condiciones de acceso, y el pedido de créditos blandos del Banco Municipal para los que hoy son choferes, en especial las mujeres.

Fuente: La Capital 

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