Suipacha y 9 de Julio: Detuvieron a un hombre que busca recuperar un edificio con una rara historia
Fuerzas de seguridad allanaron el domicilio de un hombre que afirmó, ante los medios, ser dueño de varios departamentos proyectados en el edificio de Suipacha y 9 de Julio que comenzó a construirse antes de 1994.
Los operativos se desarrollaron en el inmueble de Mario Bardina, ubicado en Saavedra al 1.400, ante las denuncias de usurpación realizadas por la Dra. Liliana Cosentino y Horacio Crespo.
Bardina, quien sostuvo poseer siete pisos, un local comercial y cocheras, comenzó los trabajos en el edificio hace una semana. Sin embargo, otras dos familias reclamaron la propiedad del lugar. Cosentino y Crespo sostuvieron que ellos compraron, entre los dos, el edificio en una subasta. El primero en adquirir el 50 por ciento fue Crespo en 2005. Luego, Cosentino se hizo con la otra mitad en 2009.
El primero en adquirir el 50 por ciento fue Crespo en 2005. Luego, Cosentino se hizo con la otra mitad en 2009.
Tras una inspección ocular en el inmueble, la fiscal Gabriela Arri, ordenó que la Agencia de Investigación Criminal realizara un procedimiento en el domicilio particular de Bardina en barrio Sur que terminó con su detención.
Bardina dijo haber comprado los pisos del edificio en buena ley y aseguró tener en su posesión todos los documentos que lo demuestran. En el edificio, la policía de Investigación Criminal no encontró personas viviendo. En tanto, Cosentino aseguró que la construcción está en perfectas condiciones edilicias.
Una historia rara y compleja
La obra se paralizó a fines de del año 1994, cuando los albañiles rompieron un caño de electricidad. “La gente que es mayor se debe acordar que dejaron a toda Santa Fe sin luz por varios días, o varias horas. Eso le trajo una pérdida muy grande a los comercios”, recordó el propietario del lugar.
“Eso le trajo una pérdida muy grande a los comercios”
“Lo recuerdo como si fuera hoy, yo vine a las tres periciales a los 10 días que la EPE le embargó los bienes a la empresa constructora. Esto fue muy simple: la EPE en un plano le marcó la distancia donde pasaba el caño. La constructora se tomó el trabajo de, en vez de socavar a 20 centímetros, socavar a 40 cm de donde le había marcado la EPE. Cuando perforó a los 20 centímetros estaba el caño”, relató Bardina en declaraciones a la prensa santafesina.
Además, explicó: “Los directores de la EPE podrían haber tenido mejor criterio, y podrían haber dicho «disculpeme, le levantamos el embargo y le arreglamos el caño». La EPE por ser cabezadura o por algunos intereses en el medio no lo hicieron, a pesar de que vieron el error”, explicó.
Por último, reconoció que “yo estuve en dos inspecciones oculares. Se podría haber solucionado en 15 días y demoró 11 años judicialmente lo de la EPE contra la empresa y la EPE terminó pagando 11 millones de dólares”.
“Se podría haber solucionado en 15 días y demoró 11 años judicialmente”
Afirma que “se quedaron con su plata”
Asimismo, Bardina dijo que “los dueños de la empresa constructora, además de quedarse con la plata nuestra que abonamos en 1994 y 1995 comprando los departamentos que se iban a hacer para entregar los primeros días de 1996 se quedó con la plata de la EPE y se fue”.
“Imagínate si yo hubiese tenido terminados los siete pisos que compré y los hubiese alquilado, ni siquiera vendido, el valor sería incalculable”, reconoció al recordar que en ese tiempo el dólar estaba 1 a 1.
Décadas de abandono
Respecto al abandono del inmueble desde los 90′, Mario afirmó que “tapamos muchas veces si se metía gente de la calle, gente a dormir, hubo peleas con arma blanca… Hace unos años hemos tomado serenos y limpieza por los perjuicios que le ocasionaban a los vecinos. Ratas, mugre y la gente que se metía adentro”.
Además, destacó contó que “los huecos en las paredes son debido al robo de todas las instalaciones eléctricas y de gas, que ya habían sido colocadas en 1994”. “No dejaron nada”, lamentó.
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