Falleció este viernes Trinche Carlovich
La leyenda del fútbol rosarino falleció este viernes a los 74 años. Había sufrido un cobarde ataque el miércoles, cuando le robaron la bicicleta, y no resistió una operación.
Falleció a los 74 años por un derrame cerebral tras el golpe que sufrió en un robo. Anoche intentaron operarlo, pero no resistió. Su talento asomó para el gran público en un amistoso histórico contra Argentina. Tuvo todo para llegar a lo más alto, pero su destino era otro.
El estado de salud del ex futbolista Tomás Trinche Carlovich, internado en terapia intensiva y en coma desde el miércoles tras sufrir un bestial asalto en el que sufrió un grave traumatismo de cráneo, se complicó en las últimas horas y este viernes a primera hora murió en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca).
El Trinche, que estaba en coma y con respirador artificial en terapia intensiva del Heca, tuvo presión en la zona del cráneo, lo que llevó a los médicos a tomar la decisión de operarlo de urgencia.
La mayor parte de su carrera transcurrió en Central Córdoba, el club del que se enamoró. En el barrio La Tablada de Rosario sacó carnet de prócer. “El amor que me dieron acá me alcanzó y me sobró”, solía decir cuando alguien le recordaba las posibilidades que había tenido para jugar en el exterior.
Un tramo de su carrera profesional la hizo en Colón de Santa Fe donde jugó un par de minutos en la primera del equipo santafesino.
La leyenda, de incontables capítulos, cuenta que el Milan italiano se lo quiso llevar después de un amistoso con Independiente Rivadavia. “Pero los dirigentes pidieron una plata y no se hizo”, contó. Tampoco lo dejaron partir a Francia. Pero él no se quejaba: “En Mendoza me trataron bien, me hacían comer todos los días en el Jockey Club”.
Incluso se dijo que a mediados de los 70 se lo quiso llevar el New York Cosmos estadounidense, que por entonces estaba conformando un equipo de estrellas. “El negro Pelé mandó cartas y todo, pero después, de golpe, todo quedó en la nada, no se dio”, reveló el Trinche.
Colgó los botines en 1985, a los 39 años, vistiendo la camiseta de Newell’s de Cañada de Gómez. En 2002 fue nombrado Deportista Ilustre de Rosario. Siempre se mantuvo cerca del fútbol, aunque sin asumir roles formales, más allá de un breve paso de tres meses como entrenador de Central Córdoba entre septiembre y diciembre de 2009. Le interesaba dirigir, pero no quería hacer el curso. “¿Qué puedo aprender ahí?”, se preguntó alguna vez.