Creen que son cuatro rugbiers los que mataron a golpes a un joven
El boliche estaba repleto y no había lugar para moverse. Dos grupos arrancaron a los empujones. Los patovicas fueron a separar y echaron a los jóvenes a la calle. Pero afuera vino lo peor: uno de los bandos, integrado por rugbiers, fue a buscar a uno de los chicos del otro grupo. Le pegaron hasta matarlo.
Todo empezó adentro del boliche Le Brique de Villa Gesell, este sábado a las 4.30 y terminó afuera, frente al local, en la avenida 3, entre Buenos Aires y la calle 102.
El ataque tuvo como víctima a Fernando Báez Sosa (18), vecino del barrio porteño de Recoleta. Por el caso hay 11 detenidos de entre 18 y 21 años, todos ellos de Zárate, provincia de Buenos Aires, y la mayoría integrantes de un equipo de rugby.
Fernando, que estaba a punto de empezar la carrera de Derecho en la UBA y era hijo del encargado de un edificio de avenida Pueyrredón, había ido a pasar el fin de semana a Villa Gesell junto a un grupo de amigos, ex compañeros del colegio Marianista de Caballito. Habían llegado el jueves y tenían previsto regresar el domingo.
Fernando Báez Sosa tenía 18 años. Murió por los golpes que recibió en una pelea a la salida de un boliche en Gesell. (Facebook)
La noche del viernes fueron a bailar a Le Brique. Según indicaron fuentes judiciales a Clarín, cerca de las 4.45 del sábado y en un momento en el que había una gran cantidad de gente en el boliche, empezó a haber empujones entre el público. En esas circunstancias, Fernando y sus amigos habrían intentado defenderse y comenzó un enfrentamiento con el grupo de rugbiers.
El personal de prevención del local fue a separar a los bandos y los expulsó a la calle. Allí, los agresores fueron a buscar directamente a Fernando: “Así que a vos te gusta empujar”, le habrían dicho antes de empezar a pegarle. Por los golpes, la víctima cayó al piso, donde le siguieron dando piñas y patadas en la cabeza.
El frente del boliche Le Brique en Villa Gesell. (Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial)
En ese momento, la Policía de Infantería “los dispersó”, según indicó el municipio de Villa Gesell en un comunicado. Pero “pasados unos minutos, nuevamente intentan pelearse sobre avenida 3 y 102”. La Policía intervino de nuevo, según la versión oficial de la Comuna.
Pero sobre la avenida 3, en la vereda de enfrente al boliche, el ataque continuó. Cuando la Policía llegó al lugar, Fernando estaba tendido en el piso, inconciente. Una ambulancia lo trasladó al Hospital Illia de Villa Gesell, donde, según el parte policial, murió 45 minutos después de haber ingresado a pesar del esfuerzo de los médicos para reanimarlo. Sin embargo, según relataron a este diario allegados a la víctima, la Policía demoró en intervenir porque estaba en otra pelea que se dio a pocos metros de forma simultánea. También dijeron que la ambulancia tardó varios minutos en llegar.
Los investigadores pudieron reconstruir toda la secuencia del ataque con las cámaras de seguridad públicas y privadas de la zona. Así llegaron al chalet donde se hospedaban los sospechosos del ataque, ubicado sobre la calle 203, a 200 metros del boliche y en la entrada al Bosque Pinar.
La Policía tocó timbre en la casa y un joven rubio de pelo largo, identificado como Matías B. (20), y muy parecido al que aparece con un rodete en los videos del boliche abrió la puerta. Tenía los nudillos lastimados, según dijo una fuente del caso a Clarín, y está sospechado de ser uno de los que más se ensañó con Fernando. Matías B. y los otro nueve jóvenes que estaban en la casa quedaron detenidos. La Policía allanó el lugar y secuestró varias prendas y zapatillas manchadas con sangre.
Traslado de los detenidos por el asesinato un joven a la salida boliche en Villa Gesell. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial
En tanto, en la tarde del sábado, policías de la Sub DDI de Villa Gesell descubrieron que uno de los sospechosos se había escapado en un auto junto a su padre. Lo detuvieron en Zárate.
Matías B. no era el único con las manos hinchadas. Otros tres sospechosos también tenían marcas y cortes compatibles con una golpiza. Los investigadores creen que fueron entre tres o cuatro los que mataron a Fernando. Distintos testigos indicaron que fueron los agresores fueron entre cinco y seis.
Detenidos
Los detenidos, de Zárate y varios de ellos rugbiers del Club Naútico Arsenal Zárate y el Club Atlético San Isidro (CASI), fueron trasladados a distintas sedes policiales de Villa Gesell. Allí permanecerán hasta el lunes, cuando serán sometidos a una rueda de reconocimiento con los amigos de Fernando y otros testigos que estaban en las inmediaciones del boliche. Trascendió que uno de los jóvenes es hijo de una funcionaria de Zárate y otros dos trabajan como patovicas de un boliche.
El intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, se acercó hasta el Hospital Illia a acompañar a los amigos de la víctima y a esperar a los familiares. Apenas se enteraron de la noticia, los papás de Fernando viajaron desde Recoleta a Villa Gesell. Antes lo habían hecho la novia del chico y su familia, quienes estaban vacacionando en Pinamar.
Luego, la fiscal a cargo de la causa, Verónica Zamboni, les tomará declaración indagatoria por el delito de homicidio doblemente agravado por alevosía (a Fernando lo habrían atacado por la espalda) y la participación de dos o más personas. Ese delito está penado con prisión perpetua.
Zamboni aguardaba el resultado de la autopsia que iba a realizarse en la morgue judicial de Pinamar para determinar la causa de la muerte.
La vereda de enfrente de la disco Le Brique, de Villa Gesell, donde quedó tendido el joven asesinado a golpes. (Foto: Fernando De La Orden/Enviado Especial)
Comunicado
Aunque el abogado de Le Brique, Sebastián Álvarez, dijo que la empresa iba a difundir un comunicado “contando los motivos por lo que estos dos grupos de jóvenes fueron retirados del interior del local”, hasta este sábado a la noche no hubo un pronunciamiento oficial por parte de los representantes del boliche sobre lo ocurrido. Es más, este sábado a las 19 publicaron en su Facebook: “LBQ ES FIESTA”.
El posteo del boliche en Facebook, el sábado a las 19.
Por otra parte, el Club Náutico Arsenal Zárate, donde juegan al rugby varios de los sospechados por el crimen de Fernando, lamentó y repudió “enérgica y contundentemente cualquier hecho de violencia”. En un comunicado, señalaron: “Nos solidarizamos con los amigos y familiares de Fernando por su lamentable pérdida”. Además de la formalidad del comunicado, desde la dirigencia del club afirmaron a este diario que “éste es el peor momento” de su historia.
“Lo que aparentemente ha sucedido, son hechos totalmente ajenos al club y a nuestro deporte, no es lo que pregonamos y fomentamos todos los días con nuestros jugadores”. Y adelantaron que “de existir algún tipo de vínculo” de los sospechosos con el club “serán suspendidos de la actividad hasta tanto se determine su grado de participación”.
Antecedentes
Los ataques por parte de grupos de rugbiers son un tema recurrente, especialmente a la salida locales bailables. Lo certifican varios episodios recientes, aunque con consecuencias mucho menos graves que la que se dió en Villa Gesell.
El 30 de diciembre, durante la fiesta de fin de año de un colegio, otro rugbier golpeó a un joven en Draft, un local bailable de Quilmes. La agresión habría comenzado cuando la víctima empujó sin querer a un jugador del Club Varela Junior. Por la golpiza al joven se le rompieron los anteojos, y tuvo varios cortes en el ojo izquierdo y lesiones en la córnea.
En octubre, el video de otro episodio violento con rugbiers se viralizó: durante una fiesta del San Isidro Club un grupo de jugadores atacó a un hombre de 40 años que, según confirmó después esa entidad, era un ex jugador del mismo equipo pero de la camada 1979. También desde el club sostuvieron que no se trató de una pelea sino de “una broma”.
En Rosario, cinco jugadores fueron condenados en agosto de 2019 a pagar una multa y realizar tareas comunitarias por haber iniciado una pelea en el boliche Wallas. Según la investigación, habían querido entrar por la fuerza a la zona VIP y golpearon al empleado de seguridad del comercio y a varios clientes. Fueron condenados a pagar $ 610 mil a los damnificados y a dar clases de rugby en cárceles. Los jóvenes integraban el equipo titular de Gimnasia y Esgrima de Rosario.
Colaboraron: Héctor Lezcano Rojas y Candela Martín
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