El pirulín santafesino, un manjar clásico y con dulce de leche
Para el desayuno, la merienda, el mate o incluso para el almuerzo-cena de los más arriesgados, el pirulín santafesino resulta un clásico acompañante con su sabor característico y el dulce de leche infalible que lo compone.
Según cuentan quienes los consumen desde hace años, el nombre del producto original es "pirulinco" y refiere a una invención de la panadería Franco Colella.
"Es lo que más se vende, sale 45 pesos la unidad"
"Los pirulines en realidad son pirulincos, tienen dulce de leche y se hacen al horno, no son fritos", contó una de las empleadas de la empresa en diálogo con Cadena OH! y destacó: "Somos los únicos que los hacemos, es una receta especial. Es lo que más se vende, sale 45 pesos la unidad".
La historia del pirulín
La historia del Pirulín se remonta a los años 60, en Venezuela, cuando se crea la compañía Nuciven, una industria alimenticia que se especializó en la elaboración de pequeñas tarrinas de chocolate bicolor.
Años más tarde, en la década de los 80, Nuciven pasaría a formar parte del Grupo Sindonie (creado por emigrantes italianos), el cual cambió la fábrica de sus instalaciones originales en El Junquito al centro occidental del país en Macaray.
Fue en ese momento cuando se creó el Pirulin y Nuciven se convirtió en una gran empresa confitera destinada a la fabricación de untables de chocolate y barquillos rellenos de chocolate.
Escuchar también la nota completa:
Cadena OH! · Informe Pirulinco
La entrada El pirulín santafesino, un manjar clásico y con dulce de leche se publicó primero en Sin Mordaza.