9 de julio, la otra historia
Este 2020 se celebrarán los 204 años de la gesta en que se declaró la formal ruptura de los vínculos de dependencia política de las Provincias Unidas con la monarquía española.
La declaración fue realizada en la Casa de Tucumán ubicada en la ciudad de San Miguel de Tucumán, donde sesionaba la asamblea desde el 24 de marzo del mismo año. Diez días más tarde, el mismo Congreso renunció también a toda otra dominación extranjera. Y tal acontecimiento se enmarca también en el movimiento de independencia hispanoamericana del Imperio Español.
El Congreso de Tucumán inició sus sesiones el 24 de marzo con 33 diputados (con presencia rotativa) y se nombró como director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata al general Juan Martín de Pueyrredón.
Desde entonces se discutieron los alcances, las atribuciones, el funcionamiento y las decisiones políticas de injerencia nacional e internacional hasta el 9 de julio, día en el que se llevó a cabo la votación. Esa jornada, el comité estaba presidido por Francisco Narciso de Laprida, representante por la provincia de San Juan.
Los diputados se pusieron de pie y aclamaron la Independencia de las Provincias Unidas de la América del Sud de la dominación de los reyes de España y su metrópoli.
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En 1814, el rey Fernando VII de España regresó al trono español. Esta situación quitó argumentos de acción a los hombres que habían iniciado la Revolución de Mayo en el Virreinato del Río de la Plata e instaurado la Primera Junta en 1810 bajo la premisa de la Máscara de Fernando VII. Ya no podían actuar en nombre del rey de España porque éste volvió a estar en el poder efectivo.
El rey quería reconquistar sus colonias; los “realistas” (los partidarios del colonialismo) habían triunfado en Huaqui, Vilcapugio y Ayohúma, y eran fuertes en el Alto Perú, la actual Bolivia. Desde allí pensaban atacar las bases de los independentistas e invadir todo el actual territorio de Argentina, teniendo como objetivo la ciudad de Buenos Aires.
El 15 de abril de 1815, una revolución terminó con el gobierno centralista del Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, general Carlos María de Alvear. Los revolucionarios exigieron la convocatoria de un Congreso General Constituyente.
El congreso finalmente (con asistencia de representantes de 9 provincias) dio inicio a sus funciones el 24 de mayo de 1816 para abocarse a esos temas que urgían resolverse. Ante la evolución de los acontecimientos en el transcurso de las semanas, el cuerpo fue convenciéndose, con el paso de las reuniones y deliberaciones, de la necesidad de nombrar una autoridad que culminara con los interinatos y no fuera discutida. Tras algunas disputas, el acuerdo decantó en la proclamación como Director titular del Estado, con respaldo nacional, del coronel mayor don Juan Martín de Pueyrredon, de Reconquista, quien obtuvo 23 de 25 votos.
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