Amplio debate en el Concejo sobre la Hidrovía: exponen más de 30 sectores técnicos, sociales y ambientales

La Comisión Especial de Puertos, Hidrovía y Vías Navegables junto al Consejo Asesor de la comisión de Ecología y Ambiente se reunieron en el recinto de sesiones del Concejo Municipal para escuchar a representantes de distintos sectores.
El concejal Julián Ferrero (Ciudad Futura), titular de la Comisión de Ecología, presidió el encuentro y destacó la importancia de “poder habitar estos espacios de debate y discusión”. Con más de 30 expositores, la jornada permitió poner sobre la mesa diferentes miradas técnicas, políticas y ambientales en torno a una de las infraestructuras más relevantes para la región.
Junto a Ferrero, se hicieron presentes los concejales Alicia Pino (Bloque Socialista) y Hernán Calatayud (Volver a Rosario).
La concejala Pino valoró la participación ciudadana y la relevancia de estos espacios democráticos, donde cada voz representa a un sector de la sociedad. Señaló que la temática es compleja y requiere una planificación integral. Propuso que las comisiones continúen trabajando en conjunto e incorporen otras dimensiones, como la situación de otros actores. Por su parte, el concejal Calatayud destacó la necesidad de mantener constancia en la defensa del río, tal como lo hacen los pescadores desde lo ecológico, económico y productivo.
Finalmente, Ferrero agradeció a los expositores y expresó que, junto a la preocupación existente, se percibe también un fuerte compromiso. Rescató el valor de todas las declaraciones, aclaró que la invitación fue abierta a todos los sectores y concluyó que el debate debe orientarse al desarrollo y al cuidado ambiental, de manera conjunta, porque constituye una lucha compartida por todas las partes.
Impactos del dragado y alteración del ecosistema
Ernesto Javier Núñez, asesor en Islas de la Municipalidad de Victoria, señaló que el dragado sistemático de las últimas tres décadas provoca acumulación de sedimentos que cubren los humedales, afectando la ganadería y la pastura, especialmente en Paranacito y la boca de Diamante.
Feliciano Ramos, Foro por la Recuperación del Río Paraná, advirtió que los pasos críticos aumentaron de ocho a cuarenta y nueve, con profundidades de 36 pies que generan “efecto canaleta” perjudicial para peces reproductores.
Sebastián Martínez Ledesma, Foro de Recuperación del Paraná y Multisectorial de Humedales Rosario, remarcó la falta de consideración del río en foros económicos internacionales e invitó a una jornada de remo y reflexión entre Victoria y Rosario.
Jorge Bartoli, ONG El Paraná No Se Toca, alertó sobre la ausencia de un órgano de control y de acuerdos interjurisdiccionales, lo que genera un vacío institucional. Indicó que el Paraná, antes considerado inagotable, hoy evidencia vulnerabilidad y calificó el dragado en curso como un crimen ambiental.
Ana Laura Laurino, El Paraná No Se Toca, pidió un cambio de paradigma respecto del sobre-dragado, al que definió como “una sentencia de muerte a la biodiversidad”, convocando a reflexionar sobre la autodestrucción del planeta.
Silvia Molina, Protegiendo Nuestros Árboles Rosario, sostuvo que la Hidrovía no representa progreso sino saqueo y que el dragado profundo produce daños severos. Hizo igualmente referencia a la desertificación de los humedales. Recordó la vigencia de la Ley Yolanda y solicitó dedicar jornadas completas a debatir estos temas.
Sheila Karach, Jóvenes por el Clima, enumeró consecuencias asociadas a la falta de estudios de impacto ambiental, como la depredación de la biodiversidad y la restricción del disfrute de los bienes que provee la cuenca.
Rodolfo Martínez, Multisectorial Humedales, afirmó que la Hidrovía “sobre todo es un río” y celebró que diversos actores comiencen a esbozar soluciones colectivas. Señaló que no observa necesidad de profundizar el dragado y destacó la importancia del Consejo Federal por la Hidrovía creado en 2021, lamentando su discontinuación.
Jorgelina Hiba, periodista especializada en temas ambientales, resaltó la relevancia regional de la cuenca del Paraná y advirtió que desde 2019 es “un río sin agua”. Atribuyó esta situación al cambio climático y destacó la pérdida de biodiversidad, incluida la merma del sábalo. Subrayó que el Paraná fue históricamente superavitario en riqueza ecológica, artística y emocional, pero hoy evidencia un deterioro profundo. Cerró con un llamado: “sin naturaleza no hay producción”.
Evaluaciones, licitaciones y marcos normativos
Daniel Agnese, Salvemos los Humedales de Villa Constitución, lamentó la ausencia de estudios de impacto ambiental indispensables para una obra de esta magnitud y calificó la licitación como un “avasallamiento institucional”.
Romina Araguás, Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, denunció evaluaciones parciales realizadas por la misma empresa dragadora, mencionó indicios de corrupción en el proceso licitatorio y afirmó que profundizar a 44 pies sin evaluación ambiental constituye un ecocidio.
Cristina Pradolini, Comisión de Urbanismo del Colegio de Arquitectura y Urbanismo planteó que el dragado —actualmente en manos extranjeras— es una cuestión de soberanía nacional. Destacó la erosión de las costas y propuso retomar el consorcio nacional de provincias ribereñas creado durante la gestión de Obeid.
Pablo Payró, Foro por la Recuperación del Río Paraná, denunció el avance de empresas extranjeras que promueven profundidades de 44 pies y sostuvo que la prioridad es recuperar el control y la soberanía sobre los ríos.
Estefanía Villalba, Multisectorial Humedales Rosario, sostuvo que el Estado funciona al servicio de élites y que la destrucción de la flota nacional responde a intereses extranjeros, resaltando la capacidad social de intervenir en las decisiones territoriales.
Emiliano Calcagno, Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos (ILPS), apuntó a la necesidad de incluir la perspectiva de los sectores populares, reclamó el control del complejo portuario y denunció que un dragado de 44 pies profundiza un modelo de entrega.
Rene Marconi, reconocido ambientalista, aludió a estudios sobre la calidad del agua que detectan presencia de cobre, plomo y amonio, criticó la falta de controles estatales y defendió la hidrovía desde un enfoque ambiental.
Adriana Mabel Herrera, Asociación Mujeres Conductoras, cuestionó la entrega de la principal vía fluvial a empresas multinacionales por períodos de hasta 30 años. Interrogó los supuestos beneficios logísticos frente al riesgo de pérdida de soberanía y citó a Arturo Illia: “No les tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender”.
Dámaris Benítez, Comité de Cuenca Popular del Paraná Santafesino, consideró el dragado a 44 pies como una “guerra ambiental silenciosa” y destacó la necesidad de ejercer soberanía sobre el río, priorizando el amor a la tierra por encima de intereses económicos.
Transporte fluvial y flota nacional
Alberto Agustín Jozami, docente de la Facultad de Derecho de la UNR (jubilado), propuso incorporar barcazas para democratizar el transporte por el Paraná, reducir costos y ampliar las capacidades logísticas.
Fernando Ramírez, Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina (Siconara), destacó la experiencia de los conductores navales y comparó la Hidrovía con el Canal de Panamá por su relevancia estratégica. Señaló que Estados Unidos protege su navegación interna y que Brasil financia la construcción de barcazas, reclamando que Argentina impulse su propia flota, tal como ocurrió durante los gobiernos de Juan Domingo Perón.
Edgardo Daniel Arrieta, Sindicato de Dragado y Balizamiento / CATT, lamentó la disolución de Vías Navegables, reivindicó el rol de los trabajadores en la toma de decisiones y cuestionó quién impulsa el dragado a 44 pies. Subrayó que la contaminación proviene de empresas que vierten residuos, y no de barcos ni trabajadores.
Victoria De Michele, presidenta de la Cooperativa Aguará, reflexionó sobre la oportunidad histórica para recuperar la principal vía del comercio exterior y orientarla hacia un modelo de desarrollo nacional con valor agregado. Afirmó que el Paraná es historia, identidad y futuro, y que la única economía viable es la que cuida a su pueblo.
José Iantosca, De la Camara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar)/Mesa Regional de la Producción Nacional, reafirmó la defensa del Paraná y de las vías navegables, destacando la necesidad de articular a trabajadores, ambientalistas y pymes. Reivindicó la existencia histórica de la Marina Mercante y de los astilleros nacionales, que permitieron construir barcazas y barcos, y llamó a recuperar esas capacidades productivas.
Facundo Gómez, Andes Argentina, criticó la falta de interés de la Cancillería en los asuntos ambientales y agradeció la instancia de debate en defensa del ecosistema.
Participación ciudadana y visiones sociales
Mónica Zuccarelli, Asociación Vecinal Hostal del Sol Oeste, consideró el dragado propuesto como un ultraje al río y llamó a una mirada amplia e inclusiva que integre actores de distintas regiones y países.
Mario Luis Bergman, ciudadano, pidió recuperar los puertos para que vuelvan “a manos argentinas” y criticó la intromisión de potencias extranjeras en los recursos hídricos.
Enzo Balbuena, secretario general de la Federación Universitaria de Rosario (FUR) y militante de ALDE, sostuvo que “discutir la hidrovía es discutir un modelo de país, de trabajo e industria”.
Virginia Bianchi, Colegio de Arquitectura y Urbanismo-Comisión de Ambiente y Paisaje, expresó la adhesión institucional a la defensa del Paraná desde la perspectiva ambiental y territorial.
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