El precio al carbono gana lugar como herramienta estratégica en zona portuaria

Los instrumentos de precios al carbono avanzan en América Latina como una de las principales herramientas para enfrentar la crisis climática y, al mismo tiempo, generar recursos para el desarrollo sostenible. En ese debate, el Cordón Industrial del Gran Rosario aparece como un territorio estratégico por su concentración de actividad agroindustrial, logística y portuaria.

Los últimos informes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático advierten que el aumento de la temperatura global continúa acelerándose y confirman el rol decisivo de las actividades humanas en el calentamiento del planeta. Frente a un escenario en el que los esfuerzos actuales resultan insuficientes para cumplir el Acuerdo de París, los gobiernos profundizan políticas de mitigación, entre ellas la fijación de precios a las emisiones.

Los precios al carbono son instrumentos económicos que asignan un valor monetario a las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono. Su objetivo es corregir una externalidad negativa: hoy, quienes emiten no asumen los costos reales que esas emisiones generan sobre el sistema climático. Al incorporar ese costo, se incentivan decisiones productivas y de consumo más sostenibles y se generan recursos fiscales.

Existen distintas modalidades para aplicar estos mecanismos, desde impuestos al carbono y sistemas de comercio de emisiones, hasta precios sociales del carbono utilizados en evaluaciones de inversión pública. En todos los casos, además de inducir cambios de comportamiento, permiten financiar la transición energética y la adaptación climática, un punto central para regiones altamente industrializadas.

En América Latina, la CEPAL cumple un rol activo en la asistencia técnica a los países para diseñar estos instrumentos. A través de su Unidad de Economía del Cambio Climático, trabaja en el análisis de impactos distributivos, estimación del precio social del carbono y fortalecimiento de capacidades estatales, con apoyo del programa EUROCLIMA de la Unión Europea.

A nivel local, especialistas plantean que los municipios portuarios del Cordón Industrial podrían aplicar esquemas de precios al carbono asociados a actividades con mayor huella de emisiones, como complemento o alternativa a tasas tradicionales. Estimaciones preliminares indican que estos mecanismos podrían multiplicar los ingresos municipales, alineando la recaudación con el impacto ambiental y generando fondos para infraestructura, movilidad, control ambiental y obras de adaptación.

La implementación presenta desafíos técnicos y políticos, pero el debate gana espacio en una región donde la competitividad logística convive con fuertes impactos ambientales. En ese contexto, el precio al carbono se perfila como una herramienta estratégica para articular producción, sostenibilidad y desarrollo territorial en el Cordón Industrial.

Cuadro: ¿Por qué el precio al carbono es relevante para el Cordón Industrial?