San Lorenzo, Puerto San Martín y Timbúes sostienen el agro argentino
El dato surge de un informe técnico de la Bolsa de Comercio de Rosario, elaborado por Matías Contardi, Emilce Terré y Julio Calzada.

El nodo portuario del Gran Rosario cerró 2024 con una marca histórica: más de 66 millones de toneladas exportadas, consolidándose como el segundo mayor polo agroexportador del mundo, detrás del sistema del Golfo de México en EE.UU. y muy por encima de Santos (Brasil) y puertos europeos. El dato surge de un informe técnico de la Bolsa de Comercio de Rosario, elaborado por Matías Contardi, Emilce Terré y Julio Calzada.
Los embarques aumentaron un 55% respecto a 2023, tras el impacto de la sequía más grave del último siglo. Este repunte no sólo refleja una mejora en la producción, sino que reposiciona a Argentina como tercer exportador agrícola global, superando a Rusia y Ucrania. El Gran Rosario fue fundamental para ese salto, con su red de terminales distribuidas entre Arroyo Seco y Timbúes.
Uno de los diferenciales clave es la eficiencia logística. La cercanía entre campo y puerto permite un promedio de apenas 226 km en soja y 257 km en maíz, frente a los más de 1.500 km que deben recorrer los granos en EE.UU. o Brasil. Esta ventaja no solo baja costos, sino que mejora la competitividad internacional. “Es un nodo único por su integración entre producción, procesamiento y embarque”, señala el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Además de volumen, Argentina lidera en industrialización de la soja: concentra el 36% de la harina de soja y el 44% del aceite que se exporta a nivel mundial. Este liderazgo es posible gracias a la concentración de plantas de firmas como Cargill, Bunge, Dreyfus, AGD, Renova, Cofco y ACA, que operan en el corazón del Up-River. Entre San Lorenzo, Puerto General San Martín y Timbúes, se origina el 76% de las exportaciones agroindustriales del país.
Sin embargo, el informe advierte que mantener ese lugar en el podio global requiere inversión: “La región enfrenta cuellos de botella en accesos viales, una alta dependencia del transporte por camión y la necesidad de ampliar la infraestructura ferroviaria y portuaria”. Para sostener el protagonismo global, la agenda futura debe enfocarse en infraestructura y reglas claras que acompañen al sector.
“En un mundo que exige trazabilidad, eficiencia y seguridad alimentaria, el nodo del Gran Rosario es estratégico no sólo por volumen, sino por capacidad industrial y logística”, concluye el trabajo técnico.