En un partido de locos, Boca perdió ante Vélez y quedó eliminado de la Copa Argentina

Vélez puso el corazón y se llevó una increíble batalla bajo la lluvia ante Boca por 4-3 para meterse por primera vez en la final de la nueva versión de la Copa Argentina. En un duelo infartante disputado en el Mario Alberto Kempes, el Fortín demostró que sigue vivo tras sus últimos titubeos en la Liga Profesional que también lidera y despojó al Xeneize de su máxima apuesta tras un año aciago: ganar este certamen y asegurarse el boleto a la Copa Libertadores 2025.

El conjunto de Fernando Gago se mostró superior de arranque, ganando el mediocampo y amenazando con pasar los tres cuartos de cancha con peligro, pero en su primer ataque fueron los de Gustavo Quinteros los que golpearon a fondo a los seis minutos: Matías Pellegrini quedó mano a mano con Leandro Brey, quien dio rebote, tomó la posta Claudio Aquino y habilitó a su derecha a Francisco Pizzini para que definiera con un toque alto.

El tanto desarmó esa disciplina xeneize del inicio y fueron los de Liniers los que comenzaron a encontrar espacios para desplegar su mejor juego. Primero, Pizzini complicó de nuevo a Brey y Luis Advíncula.

Y, a los 19, otra vez Aquino combinó por izquierda con Pellegrini, que mandó un centro que Nicolás Figal quiso sacar y envió adentro de su arco.

Luego el Fortín, se tomó un respiro y logró crecer el Xeneize para crear dos chances con Exequiel Zeballos. Gago buscó más variables en ataque metiendo prematuramente a Milton Giménez en lugar de Ignacio Miramón. Finalmente, Boca se puso en partido a los 43 cuando Marcelo Saracchi envió un centro desde la izquierda que cabeceó Edinson Cavani bombeado al segundo palo.

El arranque del complemento llegó con Advíncula otra vez pasado de rosca ante Pellegrini, para ganarse la segunda amarilla y la expulsión de parte de Pablo Echavarría. Sin embargo, más allá de que Pellegrini, una de las figuras, se perdió el tercero ante la tapada de Brey, Boca empezó a apretar sin notarse su inferioridad numérica.

Así, a los 25 y tras una guapeada por izquierda de Giménez, llegó el pase a Zeballos para que definiera bajo y al primer palo ante Tomás Marchiori. La igualdad con diez ya sonaba a epopeya xeneize, pero su asedio continuó obligando a Marchiori y Valentín Gómez a salvar ante Saracchi.

A los 35, la emoción volvió al tope cuando durmió la defensa del Fortín, Zeballos habilitó en segunda jugada al ingresado Juan Barinaga y éste asistió a Tomás Belmonte, quien punteó a la ratonera de Marchiori. Toda la alegría fue azul y oro, cuyos protagonistas se abrazaron hasta con los suplentes y desde allí Gago intentó cerrar el partido con los ingresos de Lautaro Di Lollo y Milton Delgado por Cavani y Zeballos, que venían dejando todo.

Los de Liniers tuvieron entonces resto para un final de novela. A los 39, Elías Gómez metió un centro frontal que combinaron dos ingresos: Michael Santos se lo bajó a Agustín Bouzat, uno de los que sorpresivamente había arrancado como relevo, y éste anticipó por izquierda a Brey.

Sin que nadie se conformara con nada, Vélez fue por más a los espacios que dejaba el de La Ribera y, a los 44, Joaquín García fue quien envió el centro para la palomita de Bouzat que dejó sin chances a Brey. La epopeya había cambiado de bando.

Vélez encaminó así a una noche inolvidable y encara sus últimos cuatro partidos del año con una inyección anímica invaluable. Y uno de ellos, ante Central Córdoba, lo separa de un título.

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