Complicaciones en la toma de agua de Santa Fe por el embalsado
A fines de octubre comenzó el proceso de creciente del río Paraná y está a la vista de los santafesinos cómo cambió el paisaje ribereño de la capital provincial y las localidades costeras.
La crecida comenzó a tener las primeras consecuencias en la región. A los problemas registrados en San Javier, en los barrios costeros capitalinos (La Vuelta del Paraguayo y Alto Verde), y en un basural en Rincón; ahora también había inconvenientes en la captación de agua para el consumo.
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Los afamados embalsados, que en el otoño bloquearon la navegación en la Laguna Setúbal, ahora se convirtieron en un dolor de cabeza para el sistema de captación de agua de Assa.
“Es un algún punto inusual porque en los últimos tres años con la bajante nunca habíamos registrado este tipo de problemas. Una hipótesis que manejamos es que esta inusual cantidad tiene que ver con lo que se acumuló estos años de vegetación que no se movía. De golpe se movió todo”, dijo Guillermo Lanfranco, relaciones institucionales de la empresa.
Y sumó: “El tamaño de los embalsados son impresionante. Además, hay que tener en cuenta que uno ve la superficie y otro lo que navega por debajo. El camalote se va renovando y quedan restos que afectan principalmente a la Toma Hernández”.
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