Sin sobresaltos en la primera noche de las nuevas restricciones
Con 55 puntos de control distribuidos en toda la ciudad, este viernes a las 21 comenzó a regir la prohibición de circulación nocturna como parte de un conjunto de medidas anunciadas por el Gobierno provincial para bajar la circulación de personas, evitar los contagios de coronavirus y disminuir la siniestralidad vial.
Unos 150 agentes realizaron inspecciones vehiculares por las principales arterias de Rosario, encomendados en solicitar la documentación necesaria para quienes se movían en auto particular después de la hora permitida.
Los procedimientos empezaron alrededor de las 20.30 en 30 puntos estratégicos de Rosario. Además, hubo 25 puestos rotativos en los barrios. A los conductores de autos y motos se les pidió el permiso de circulación y se les practicaron controles de alcoholemia.
En Pichincha y en Pellegrini redoblaron las precauciones y medidas de higiene para que los clientes se sintieran seguros. La peatonal también se apagó temprano ayer con los nuevos horarios dispuestos para el cierre de los locales. A las 19 los empleados se despedían en las puertas de los negocios y empezaba a escucharse el chirrido de las persianas bajando.
En apenas media hora ya no había locales abiertos. Sólo quedaban los de alimentos, que podían extenderse una hora más. En tanto, los transeúntes apuraban el paso para volver a casa en un viernes muy distinto del habitual.
Según las nuevas disposiciones, desde este viernes hasta el 30 de abril solo los trabajadores esenciales podrán circular en rodados particulares luego de la hora señalada. La medida fue anunciada el miércoles por la noche por el gobernador Omar Perotti para frenar la acelerada curva de contagios de coronavirus.
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