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“La gente en las villas pensaba que el coronavirus afectaba exclusivamente a otro sector social”

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El Padre Lorenzo “Toto” de Vedia es sacerdote y hace varios años está al frente de la parroquia Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé en la villa 21/24 de Barracas. En diálogo con Agencia Paco Urondo, el párroco analizó diversos temas sobre la pandemia y los barrios populares: la preparación para contener socialmente a los vecinos, el encuentro que tuvieron los curas villeros en Olivos con el presidente Alberto Fernández y muchos temas más.

cuando se comenzó a hablar del coronavirus los vecinos pensaban que era una enfermedad exclusivamente de otro sector social

  • Iniciada hace varios días la cuarentena en todo el país. ¿Cómo ve el cumplimiento de la misma en el barrio, teniendo en cuenta la realidad en la que viven la mayoría de las familias?

Acá en la villa 21 y en todos los barrios populares se respeta bastante. La gente tiene la decisión de vivir la cuarentena. Quizás al principio no se entendía bien que significaba esta medida de confinamiento obligatorio porque cuando se comenzó a hablar del coronavirus los vecinos pensaban que era una enfermedad exclusivamente de otro sector social. Finalmente con el correr de los días empezó a tomarse con mucha más seriedad y responsabilidad.

  • Tal vez la mayor preocupación ante la posibilidad del contagio del coronavirus sea el hacinamiento y la cantidad de vecinos que habitan en estos lugares.

Claro, y lógicamente tenemos conciencia que en muchos casos cuesta quedarse dentro de las viviendas, aunque la mayoría lo hace. Pero también hay mucha gente que tiene que ir a buscar el almuerzo en algún comedor o salir a hacer pequeñas compras para el día en los negocios de cercanía ya que los más humildes no pueden hacer grandes gastos y acumular alimentos. Por otro lado, en estos lugares hay un sentido de solidaridad muy grande donde los vecinos y las vecinas están muy preocupados por asistir a los abuelos que están solos. Por eso los curas, colaboradores y colaboradoras decimos que en las villas el lema “Quedate en tu casa” significa “Quedate en tu barrio”.

  • ¿Cuál es el trabajo puntual que están haciendo las Parroquias en medio de la pandemia, teniendo en cuenta que las Iglesias en las villas son históricamente una gran referente para sus habitantes?

Puntualmente las parroquias y capillas de las villas están abiertas todo el día porque son, como bien decís, referentes muy importantes para el territorio y para los requerimientos de todo tipo de los vecinos y las vecinas. Nuestras iglesias son como las intendencias del barrio. La gente viene por un difunto, un incendio, porque necesitan medicamentos, se acabó la garrafa o no tienen dinero para cubrir la habitación del hotel. Y si bien no siempre podemos resolver todos los casos, intentamos siempre dar alguna respuesta.

Por eso, hoy más que nunca en medio de este contexto de la cuarentena y la pandemia, estas situaciones se tiñen de más necesidad.

También, estamos abriendo nuestros espacios para aquellos que no pueden hacer la cuarentena en sus casas, sobre todo los adultos mayores. Armamos toda una organización para esto. Trabajamos en conjunto con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) y ahora estamos haciendo un relevamiento con las Organizaciones Sociales de la Villa 21.24 de la cantidad de adultos mayores que hay. Si están solos tratamos que sigan quedándose en su domicilio. En cambio si están viviendo con otros, les proponemos que voluntariamente se aíslen en estos lugares que estamos preparando en distintos puntos de la ciudad.

esta enfermedad y sus consecuencias le va a pegar muy fuerte a la clase media que es la que en gran medida le da trabajo a los más pobres con empleos para tareas domésticas o changas de todo tipo.

  • Otro desafío que plantea esta situación tan delicada es la necesidad de asistir alimentariamente a una cantidad mayor de personas. ¿Qué medidas tuvieron que tomar al respecto?

Con los alimentos hemos tenido que reforzar todos los servicios de los 8 comedores que tenemos en distintos puntos de nuestra jurisdicción. Por ejemplo en nuestra Iglesia de Caacupé todos los días entregamos unas 900 raciones de comida que la gente viene a retirar en recipientes plásticos. Y en algunos casos también ofrecemos ayuda económica para que las familias puedan comprar sus alimentos.

  • Hace unas semanas un grupo de curas de las villas se reunieron en Olivos con el presidente Alberto Fernández. ¿Que se puede contar del encuentro?

Efectivamente, el presidente nos convocó al equipo de curas villeros de Capital y Gran Buenos Aires a una reunión en la quinta de Olivos. Allí nos dirigimos un pequeño grupo en representación del resto de los sacerdotes que vivimos en estos barrios obreros y compartimos un almuerzo muy cálido y cordial. En el encuentro, Alberto Fernández se mostró muy predispuesto a mantener comunicación permanente con nosotros mostrándose además muy interesado en el trabajo que hacemos. Valoró mucho nuestra tarea social y pastoral y nosotros nos pusimos a disposición para lo que, desde el gobierno nacional, les pareciera que podamos aportar.

A su vez, tengo la impresión que tenemos un presidente que nos cuida, actúa con responsabilidad y quiere a los argentinos y argentinas.

  • Con el paso del tiempo, el Papa Francisco se fue convirtiendo en una figura central de la política internacional. Y hace unos días lanzó una frase que retumbó en todas partes, “Nadie se salva sólo”. ¿Cuál considera que es su rol en este contexto de gran crisis sanitaria y económica a escala mundial?

“Nadie se salva solo” es una gran consigna del Papa Francisco y tiene que ver con la esencia del cristianismo. La frase además, viene muy bien en estos tiempos en los cuales hace poco en nuestro país, y en muchos lugares del mundo hoy, se instalaron gobiernos neoliberales con su lógica del sálvese quien pueda. Entonces, o salimos entre todos o no sale nadie. Y esta será la gran enseñanza que nos deje esta pandemia. Ya no alcanzará con el progreso material e individual sino que la humanidad tendrá que marchar hacia un mundo más justo y solidario. Por eso, los sacerdotes de las villas y asentamientos compartimos el mismo espíritu de un Papa que a la distancia nos sigue inspirando.

  • La última. ¿Qué piensa el equipo de curas sobre el después de la cuarentena y del coronavirus en cuanto a las consecuencias socioeconómicas que van a sufrir los habitantes de estos barrios populares?

Pensamos que va a ser muy difícil lo que vendrá después. Si bien por estos días nos sigue preocupando la posibilidad de que mucha de nuestra gente pueda contraer el virus, sabemos que las consecuencias económicas van a ser muy graves para las familias.

No olvidemos que veníamos arrastrando desde los últimos años, un fuerte déficit por la falta de trabajo y de poder adquisitivo de una gran parte de nuestro pueblo. Por supuesto que la pandemia profundizó esta situación e hizo que veamos hacia adelante un panorama de muchas necesidades para afrontar. Por eso es que cuando todo esto pase debe haber un replanteo de las políticas sociales. Como también tenemos claro que esta enfermedad y sus consecuencias le va a pegar muy fuerte a la clase media que es la que en gran medida le da trabajo a los más pobres con empleos para tareas domésticas o changas de todo tipo.

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