El abogado de la familia Orellano denunció ocultamiento de la verdad
Las controversias que rodean a la muerte de Carlos “Bocacha” Orellano, el joven cuyo cuerpo fue hallado en el río Paraná el miércoles 26 de febrero después de haber ido a bailar a un boliche de la Estación Fluvial el domingo anterior, no se disiparon con los resultados de la autopsia.
Lo sucedido sobre la mesa de operaciones durante la necropsia tuvo, al menos, dos lecturas contrapuestas. Mientras que Alicia Cadierno, directora del Instituto Médico Legal (IML) de Rosario dijo que “no hay ningún elemento hasta ahora para afirmar que Orellano murió como consecuencia de golpes”, la perito de parte por la familia de la víctima, Virginia Creimer, afirmó que el muchacho “pudo haber sido asesinado con una toma de arte marcial” denominada “mata león”.
El abogado de la familia, Salvador Vera, expresó a CADENA OH! que desde el principio de la investigación se intentó tapar la causa para así preparar un dictamen que oculte la verdad. El letrado afirmó además, que en el momento de la autopsia, se buscó impedir que el equipo de la querella ingresase al lugar para el análisis del cuerpo.
Según pudo constatar el plantel interdisciplinario que presentó la familia durante el peritaje de Carlos Orellano, el joven poseía múltiples signos de violencia, de tortura, marcas específicas de sujeción, un número importante de infiltraciones hemáticas, un hígado destrozado y múltiples hematomas en la parte posterior de la cabeza.
Si bien las circunstancias de la muerte todavía no son claras, la hipótesis que sostiene el abogado y la famila de la víctima implicaría algún tipo de incidente entre Carlos y alguno de los agentes de seguridad del lugar.
“Carlos fue arrojado por la parte de atrás del boliche donde el lugar tiene salida directa al río. Él era un experto nadador, por lo que la hipótesis que indicaría que el joven se lanzó por su propia voluntad al agua queda descartada” concluyó el abogado.
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